Lo mejor de Juan Crisóstomo: Homilías en los Salmos y el Sermón del Monte
ISBN: 978-84-8267-303-3
Juan de Antioquía es más conocido por su apodo Crisóstomo, que significa «boca de oro», justamente ganado por el éxito y la fama que alcanzaron sus sermones y homilías. Pero su grandeza personal, que ha perforado la muralla de los siglos, va mucho más allá de la elocuencia; la lectura de sus escritos pone de manifiesto una trascendencia de profundo significado para el predicador actual.
Nacido entre los años 344-354 en Antioquía de Siria, en el seno de una familia acomodada, al morir su padre, militar de alto rango, su madre, ferviente cristiana, no tan sólo le proporcionó la mejor educación –a los veinte años ya era abogado y orador de renombre–, sino que le instruyó en la fe, haciendo de él un fiel y comprometido creyente de la antigua y excepcional iglesia de la ciudad (véase Hch. 11:26), de la cual fue ordenado presbítero en el año 386. Nombrado en el año 398 Obispo y Patriarca de Constantinopla por mandato imperial, desarrolló el la capital del Imperio una ardua batalla contra el fasto y el lujo, además de una intensa labor social, y trató de impulsar una profunda reforma del clero, cuyo germen se refleja en la más conocida y famosa de sus obras, Sobre el sacerdocio o La dignidad del ministerio, que se presenta en este volumen.
El lector podrá comprobar por sí mismo con qué maestría, profundidad espiritual y altura teológica Juan Crisóstomo trata un tema tan polémico y espinoso como el del llamamiento pastoral, «para el cual –dice– muy pocos están calificados». Crisóstomo describe la Iglesia siguiendo con fidelidad absoluta a Pablo, pero llevándola a sus consecuencias más pragmáticas: como un organismo viviente, del cual Cristo es la Cabeza y los cristianos son los miembros.
Este volumen de la Colección Grandes Autores de la Fe dedicado a Juan Crisóstomo incluye también cuatro de sus más famosos sermones u homilías sobre el discipulado, el arrepentimiento y el perdón en el Sermón del Monte y en los Salmos de David.
Juan de Antioquía es más conocido por su apodo Crisóstomo, que significa «boca de oro», justamente ganado por el éxito y la fama que alcanzaron sus sermones y homilías. Pero su grandeza personal, que ha perforado la muralla de los siglos, va mucho más allá de la elocuencia; la lectura de sus escritos pone de manifiesto una trascendencia de profundo significado para el predicador actual.
Nacido entre los años 344-354 en Antioquía de Siria, en el seno de una familia acomodada, al morir su padre, militar de alto rango, su madre, ferviente cristiana, no tan sólo le proporcionó la mejor educación –a los veinte años ya era abogado y orador de renombre–, sino que le instruyó en la fe, haciendo de él un fiel y comprometido creyente de la antigua y excepcional iglesia de la ciudad (véase Hch. 11:26), de la cual fue ordenado presbítero en el año 386. Nombrado en el año 398 Obispo y Patriarca de Constantinopla por mandato imperial, desarrolló el la capital del Imperio una ardua batalla contra el fasto y el lujo, además de una intensa labor social, y trató de impulsar una profunda reforma del clero, cuyo germen se refleja en la más conocida y famosa de sus obras, Sobre el sacerdocio o La dignidad del ministerio, que se presenta en este volumen.
El lector podrá comprobar por sí mismo con qué maestría, profundidad espiritual y altura teológica Juan Crisóstomo trata un tema tan polémico y espinoso como el del llamamiento pastoral, «para el cual –dice– muy pocos están calificados». Crisóstomo describe la Iglesia siguiendo con fidelidad absoluta a Pablo, pero llevándola a sus consecuencias más pragmáticas: como un organismo viviente, del cual Cristo es la Cabeza y los cristianos son los miembros.
Este volumen de la Colección Grandes Autores de la Fe dedicado a Juan Crisóstomo incluye también cuatro de sus más famosos sermones u homilías sobre el discipulado, el arrepentimiento y el perdón en el Sermón del Monte y en los Salmos de David.
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ISBN: 978-84-8267-303-3
Juan de Antioquía es más conocido por su apodo Crisóstomo, que significa «boca de oro», justamente ganado por el éxito y la fama que alcanzaron sus sermones y homilías. Pero su grandeza personal, que ha perforado la muralla de los siglos, va mucho más allá de la elocuencia; la lectura de sus escritos pone de manifiesto una trascendencia de profundo significado para el predicador actual.
Nacido entre los años 344-354 en Antioquía de Siria, en el seno de una familia acomodada, al morir su padre, militar de alto rango, su madre, ferviente cristiana, no tan sólo le proporcionó la mejor educación –a los veinte años ya era abogado y orador de renombre–, sino que le instruyó en la fe, haciendo de él un fiel y comprometido creyente de la antigua y excepcional iglesia de la ciudad (véase Hch. 11:26), de la cual fue ordenado presbítero en el año 386. Nombrado en el año 398 Obispo y Patriarca de Constantinopla por mandato imperial, desarrolló el la capital del Imperio una ardua batalla contra el fasto y el lujo, además de una intensa labor social, y trató de impulsar una profunda reforma del clero, cuyo germen se refleja en la más conocida y famosa de sus obras, Sobre el sacerdocio o La dignidad del ministerio, que se presenta en este volumen.
El lector podrá comprobar por sí mismo con qué maestría, profundidad espiritual y altura teológica Juan Crisóstomo trata un tema tan polémico y espinoso como el del llamamiento pastoral, «para el cual –dice– muy pocos están calificados». Crisóstomo describe la Iglesia siguiendo con fidelidad absoluta a Pablo, pero llevándola a sus consecuencias más pragmáticas: como un organismo viviente, del cual Cristo es la Cabeza y los cristianos son los miembros.
Este volumen de la Colección Grandes Autores de la Fe dedicado a Juan Crisóstomo incluye también cuatro de sus más famosos sermones u homilías sobre el discipulado, el arrepentimiento y el perdón en el Sermón del Monte y en los Salmos de David.
Juan de Antioquía es más conocido por su apodo Crisóstomo, que significa «boca de oro», justamente ganado por el éxito y la fama que alcanzaron sus sermones y homilías. Pero su grandeza personal, que ha perforado la muralla de los siglos, va mucho más allá de la elocuencia; la lectura de sus escritos pone de manifiesto una trascendencia de profundo significado para el predicador actual.
Nacido entre los años 344-354 en Antioquía de Siria, en el seno de una familia acomodada, al morir su padre, militar de alto rango, su madre, ferviente cristiana, no tan sólo le proporcionó la mejor educación –a los veinte años ya era abogado y orador de renombre–, sino que le instruyó en la fe, haciendo de él un fiel y comprometido creyente de la antigua y excepcional iglesia de la ciudad (véase Hch. 11:26), de la cual fue ordenado presbítero en el año 386. Nombrado en el año 398 Obispo y Patriarca de Constantinopla por mandato imperial, desarrolló el la capital del Imperio una ardua batalla contra el fasto y el lujo, además de una intensa labor social, y trató de impulsar una profunda reforma del clero, cuyo germen se refleja en la más conocida y famosa de sus obras, Sobre el sacerdocio o La dignidad del ministerio, que se presenta en este volumen.
El lector podrá comprobar por sí mismo con qué maestría, profundidad espiritual y altura teológica Juan Crisóstomo trata un tema tan polémico y espinoso como el del llamamiento pastoral, «para el cual –dice– muy pocos están calificados». Crisóstomo describe la Iglesia siguiendo con fidelidad absoluta a Pablo, pero llevándola a sus consecuencias más pragmáticas: como un organismo viviente, del cual Cristo es la Cabeza y los cristianos son los miembros.
Este volumen de la Colección Grandes Autores de la Fe dedicado a Juan Crisóstomo incluye también cuatro de sus más famosos sermones u homilías sobre el discipulado, el arrepentimiento y el perdón en el Sermón del Monte y en los Salmos de David.
ISBN | 8482673033 |
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Autor | Juan Crisóstomo |
Idioma | es |