En sus pasos ¿qué haría Jesús?
Charles Sheldon fue un pastor que en su época predicó toda una serie de sermones sobre el tema ¿Qué haría Jesús en mi lugar?, en los que se planteaba cual sería la reacción del Maestro enfrentado a los dilemas morales y problemas sociales propios de la época moderna y retando a los asistentes a tomar el compromiso de formularse esa misma pregunta, crucial para todo cristiano, antes de adoptar cualquier decisión en su vida diaria.
El impacto que estos sermones causaron en su iglesia desencadenaron un avivamiento como jamás la iglesia había experimentado y derivaron en un crecimiento espectacular de la congregación, que pronto extendió su influencia positiva a toda la ciudad, y al cabo de poco tiempo a todo el país.
Alguien le sugirió que debía publicarlos, y decidió hacerlo en forma de novela, narrando la experiencia vivida, pero con lugares y personajes ficticios, bajo el título de: En sus pasos ¿qué haría Jesús?. El éxito editorial, desde que la primera edición viera la luz en 1897, fue sin precedentes
La obra discurre, dentro del contexto social de finales del Siglo XIX, narrando los diversos casos particulares de cada uno de los protagonistas, sus luchas, sus victorias y sus derrotas en el intento de tomar decisiones y hacer las cosas según las haría Jesús
Para las nuevas generaciones, que nunca han leído el libro En sus pasos ¿qué haría Jesús? el desafío cristiano, que les plantea su trama novelada, constituirá todo un reto.
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Pastor de la Central Congregational Church en Topeka, Kansas, USA y activista convencido del movimiento del socialismo cristiano, una modalidad de socialismo surgida en la segunda mitad del Siglo XIX que ve las raíces del socialismo en las propias enseñanzas de Jesús, durante el invierno de 1896, Charles Sheldon asumiendo las ideas de algunos teólogos y pensadores del movimiento, como Lyman Abbott (1835-1922), Richard Ely (1854-1943), George Herron (1862-1925) y Walter Rauschenbusch (1861-1918), predicó toda una serie de sermones sobre el tema ¿Qué haría Jesús en mi lugar?, en los que se planteaba cual sería la reacción del Maestro enfrentado a los dilemas morales y problemas sociales propios de la época moderna y retando a los asistentes a tomar el compromiso de formularse esa misma pregunta, crucial para todo cristiano, antes de adoptar cualquier decisión en su vida diaria.
El impacto que estos sermones causaron en la comunidad de la Central Congregational Church fue descomunal. Desencadenaron un avivamiento como jamás la iglesia había experimentado y derivaron en un crecimiento espectacular de la congregación, que pronto extendió su influencia positiva a toda la ciudad, y al cabo de poco tiempo a todo el país. Sheldon fue invitado por el periódico local, el Topeka Capital. a exponer públicamente sus principios del ¿Qué haría Jesús? durante una semana. Y como resultado la circulación del periódico paso en una semana de 12.000 ejemplares diarios a 387.000, colapsando la planta de impresión del propio periódico que tuvo que recurrir a los servicios de otras imprentas en Chicago y Nueva York.
Alguien le sugirió que debía publicarlos, y decidió hacerlo en forma de novela, narrando la experiencia vivida, pero con lugares y personajes ficticios, bajo el título de: En sus pasos ¿qué haría Jesús?.
El éxito editorial fue sin precedentes. Desde que la primera edición de En sus pasos ¿qué haría Jesús? viera la luz en 1897, se han vendido más de treinta millones (30.000.000) de ejemplares, ha sido traducido a más de 74 idiomas, y ocupa el puesto nueve (9º) en el ranking de libros más vendidos de todos los tiempos. Sobre su guión se han hecho varias películas. Y sel mensaje del ¿Qué haría Jesús?, convertido en las siglas W.W.J.D. (en inglés What Would Jesus Do), ha lucido por años y sigue luciendo grabado en brazaletes, collares, pendientes, camisetas y otros artículos utilizados por millones y millones de personas en todo el mundo hasta el día de hoy.
La idea de la imitación de Cristo en el quehacer diario no es nueva, Thomas de Kempis (1380-1471) ya la difundió ampliamente en el Siglo XV, mediante un libro que ha sido otro bestseller inmortal: La imitación de Cristo. Cabe preguntarse pues: ¿Qué tiene de nuevo y de especial el relato de Sheldon como para haber causado tanto impacto a nivel mundial? ¿Y cuál es la relevancia de su mensaje para el Siglo XXI.
El libro narra la experiencia del reverendo Enrique Ford, (en la edición inglesa es Henry Maxwell), un personaje ficticio pastor de la Primera Iglesia de la ciudad de Raymond, un lugar también imaginario en los EE.UU. Ford es pastor de una congregación importante, y entre sus miembros cuenta con personajes distinguidos, la élite local y las fuerzas vivas de la ciudad. Todos sus feligreses están complacidos con su predicación y manera de hacer las cosas, por lo que le sobran motivos para sentirse tranquilo y satisfecho. La mayoría de sus feligreses asisten regularmente cada domingo al templo, escuchan atentos el sermón del pastor, se extasían con la voz extraordinaria de la cantante Rachel Larsen que es solista en el coro, llenan el cepillo de las ofrendas a rebosar, y con ello consideran haber cumplido con las obligaciones de su cristianismo nominal. Calientan regularmente su puesto habitual en el banco, esperando que el pastor no les rete en exceso ni les pida demasiado; y una vez abandonan la iglesia, aparcan durante la semana de sus conceptos cristianos para vivir lo que entienden como una vida “normal”.
Hasta que un día, un hombre que había estado buscando infructuosamente trabajo por toda la ciudad, asiste a la iglesia, y de pronto se levanta en mitad del culto para retar abiertamente a la congregación, con voz clara y suplicante, a poner en práctica con los marginados y necesitados como él, ese amor teórico que cada domingo predican tan ufanos desde el púlpito. Y dicho esto, se desploma exhausto sobre el banco, siendo trasladado a la casa del pastor donde fallece al cabo de pocos días. El reverendo Ford, impactado por este suceso y espoleado en lo más hondo de su conciencia, propone a la congregación que se una a él en el proyecto de adoptar durante un año el compromiso de no hacer nada sin preguntarse primero ¿qué haría Jesús en mi lugar? A no tomar ninguna decisión sin contrastarla antes con los principios bíblicos, y después aplicarlos a rajatabla sin importar cual sea el coste. Un reducido grupo de miembros de la comunidad decide aceptar el reto.
A partir de aquí, el guión de la obra discurre, dentro del contexto social de principios de finales del Siglo XIX, narrando los diversos casos particulares de cada uno de los protagonistas, sus luchas, sus victorias y sus derrotas en el intento de tomar las decisiones y hacer las cosas según las haría Jesús.
El editor del periódico local, Eduardo Norman, se plantea si Jesús daría su conformidad al contenido del mismo y se cuestiona las consecuencias. Alejandro Poer, superintendente de los talleres del ferrocarril cambia por completo de actitud en sutrato con los obreros. Raquel Larsen se debate sobre si Jesús aceptaría o rechazaría una tentadora oferta económica para emplear su portentosa voz en el mundo del espectáculo. El Dr. West, un famoso cirujano, decide dedicar buena parte de su tiempo al voluntariado atendiendo a enfermos necesitados. Donald Marsh, un brillante profesor del instituto local de enseñanza media, opta por entrar en la política y luchar en defensa de los derechos de los marginados. Milton Rait, propietario de los grandes almacenes locales se compromete en aplicar lo que haría Jesús a sus políticas comerciales, tanto con sus clientes como sus proveedores. Virginia Page, una rica heredera hija de un banquero, comienza a testificar ante su familia, cambiar de vida y entregarse al servicio de los demás. Gaspar Chase, un joven escritor de éxito reflexiona sobre sus propias intenciones. Y el propio pastor Ford, decide radicalizar el contenido de sus sermones y comenzar predicar verdades proféticas, aunque resulten molestas a su audiencia y le llevan perder parte de su acomodada feligresía perteneciente a la clase media-alta de la sociedad local.
El resto del libro desarrolla la trama vivencial de cada uno de estos personajes en sus luchas internas, su relación con los compañeros que han adoptado la misma decisión, su cambio comportamiento en sociedad y las consecuencias que esto acarrea, tanto para ellos como para los que les rodean.
La dinámica de la narrativa de Sheldon, siempre encaminada a remarcar el mensaje moral y espiritual del ¿Qué haría Jesús?, es excelente. Por tanto, pese a que la trama del relato se desarrolla en el contexto social de hace 125 años, su paralelismo con las problemáticas de nuestra sociedad actual resulta más que evidente; y a pesar que algunos de los escenarios y movimientos político-sociales u organizaciones mencionadas la misma, como es el caso del Temperance Movement, o movimiento a favor de la abstinencia de alcohol, hayan cambiado, la aplicación de los principios bíblicos que expone son del todo relevantes y extrapolables a nuestro entorno actual sin necesidad de esfuerzo alguno por parte del lector.
Algunos críticos conservadores, tanto de su propia época como posteriores, echan en cara a Sheldon que su mensaje es excesivamente social y poco “evangélico”. Que en el texto se detecta una clara ausencia de citas y referencias bíblicas; y que la trama no expone el mensaje de la Cruz con la claridad que sería de esperar de un libro cristiano.
Olvidan que la trama de En sus pasos ¿qué haría Jesús?, aunque en forma novelada y por tanto mediante personajes y lugares ficticios, refleja la historia de una experiencia real vivida en una iglesia. Tanto sus personajes como sus destinatarios no son personas inconversas sino cristianos convencidos, personas asiduas a los cultos. El objetivo del autor no es, por tanto, presentarles a un Cristo Redentor que ya todos conocen, sino motivarles al discipulado cristiano. Despertar en ellos el sentido de compromiso que seguir a Cristo demanda y retarles a demostrar de manera práctica, en su conducta diaria, algo que proclaman con sus palabras pero que no resiste la prueba de sus hechos. Es por esa misma razón que la trama del libro se aparta sensiblemente del escenario “ideal” que cabría esperar de un relato ficticio. No todos los personajes que de entrada aceptan el compromiso de preguntarse durante un año ¿qué haría Jesús?, permanecen firmes. Varios abandonan, otros demuestran que sólo aparentaban, y algunos de los que permanecen firmes pagan un alto precio en sus finanzas materiales y amistades mundanas. Pero obtienen a cambio una importante recompensa en bendición espiritual.
Después de leer el primer capítulo de En sus pasos ¿qué haría Jesús?, un lector del Siglo XXI no puede por menos que preguntarse: En una sociedad como la actual, en crisis económica, donde las diferencias entre ricos y pobres son cada vez más pronunciadas, con unos índices de desempleo insostenibles y una masa de marginados que no para de crecer, ¿por ventura el mundo que nos rodea, aunque no acuda a decírnoslo de viva voz durante el culto, no nos recrimina también constantemente el hecho de que nuestro comportamiento social a lo largo la semana dista mucho del mensaje evangélico que predicamos los domingos desde los púlpitos y que tanto nos jactamos de profesar con nuestros labios?
Para las nuevas generaciones, que nunca han leído en libro En sus pasos ¿qué haría Jesús?, el desafío cristiano que les plantea su trama novelada constituirá todo un reto. Para los que ya peinan canas y por tanto tuvieron de jóvenes la oportunidad de leerlo, esta nueva edición revisada les refrescará la memoria y les aportará mucho bien espiritual.
El impacto que estos sermones causaron en la comunidad de la Central Congregational Church fue descomunal. Desencadenaron un avivamiento como jamás la iglesia había experimentado y derivaron en un crecimiento espectacular de la congregación, que pronto extendió su influencia positiva a toda la ciudad, y al cabo de poco tiempo a todo el país. Sheldon fue invitado por el periódico local, el Topeka Capital. a exponer públicamente sus principios del ¿Qué haría Jesús? durante una semana. Y como resultado la circulación del periódico paso en una semana de 12.000 ejemplares diarios a 387.000, colapsando la planta de impresión del propio periódico que tuvo que recurrir a los servicios de otras imprentas en Chicago y Nueva York.
Alguien le sugirió que debía publicarlos, y decidió hacerlo en forma de novela, narrando la experiencia vivida, pero con lugares y personajes ficticios, bajo el título de: En sus pasos ¿qué haría Jesús?.
El éxito editorial fue sin precedentes. Desde que la primera edición de En sus pasos ¿qué haría Jesús? viera la luz en 1897, se han vendido más de treinta millones (30.000.000) de ejemplares, ha sido traducido a más de 74 idiomas, y ocupa el puesto nueve (9º) en el ranking de libros más vendidos de todos los tiempos. Sobre su guión se han hecho varias películas. Y sel mensaje del ¿Qué haría Jesús?, convertido en las siglas W.W.J.D. (en inglés What Would Jesus Do), ha lucido por años y sigue luciendo grabado en brazaletes, collares, pendientes, camisetas y otros artículos utilizados por millones y millones de personas en todo el mundo hasta el día de hoy.
La idea de la imitación de Cristo en el quehacer diario no es nueva, Thomas de Kempis (1380-1471) ya la difundió ampliamente en el Siglo XV, mediante un libro que ha sido otro bestseller inmortal: La imitación de Cristo. Cabe preguntarse pues: ¿Qué tiene de nuevo y de especial el relato de Sheldon como para haber causado tanto impacto a nivel mundial? ¿Y cuál es la relevancia de su mensaje para el Siglo XXI.
El libro narra la experiencia del reverendo Enrique Ford, (en la edición inglesa es Henry Maxwell), un personaje ficticio pastor de la Primera Iglesia de la ciudad de Raymond, un lugar también imaginario en los EE.UU. Ford es pastor de una congregación importante, y entre sus miembros cuenta con personajes distinguidos, la élite local y las fuerzas vivas de la ciudad. Todos sus feligreses están complacidos con su predicación y manera de hacer las cosas, por lo que le sobran motivos para sentirse tranquilo y satisfecho. La mayoría de sus feligreses asisten regularmente cada domingo al templo, escuchan atentos el sermón del pastor, se extasían con la voz extraordinaria de la cantante Rachel Larsen que es solista en el coro, llenan el cepillo de las ofrendas a rebosar, y con ello consideran haber cumplido con las obligaciones de su cristianismo nominal. Calientan regularmente su puesto habitual en el banco, esperando que el pastor no les rete en exceso ni les pida demasiado; y una vez abandonan la iglesia, aparcan durante la semana de sus conceptos cristianos para vivir lo que entienden como una vida “normal”.
Hasta que un día, un hombre que había estado buscando infructuosamente trabajo por toda la ciudad, asiste a la iglesia, y de pronto se levanta en mitad del culto para retar abiertamente a la congregación, con voz clara y suplicante, a poner en práctica con los marginados y necesitados como él, ese amor teórico que cada domingo predican tan ufanos desde el púlpito. Y dicho esto, se desploma exhausto sobre el banco, siendo trasladado a la casa del pastor donde fallece al cabo de pocos días. El reverendo Ford, impactado por este suceso y espoleado en lo más hondo de su conciencia, propone a la congregación que se una a él en el proyecto de adoptar durante un año el compromiso de no hacer nada sin preguntarse primero ¿qué haría Jesús en mi lugar? A no tomar ninguna decisión sin contrastarla antes con los principios bíblicos, y después aplicarlos a rajatabla sin importar cual sea el coste. Un reducido grupo de miembros de la comunidad decide aceptar el reto.
A partir de aquí, el guión de la obra discurre, dentro del contexto social de principios de finales del Siglo XIX, narrando los diversos casos particulares de cada uno de los protagonistas, sus luchas, sus victorias y sus derrotas en el intento de tomar las decisiones y hacer las cosas según las haría Jesús.
El editor del periódico local, Eduardo Norman, se plantea si Jesús daría su conformidad al contenido del mismo y se cuestiona las consecuencias. Alejandro Poer, superintendente de los talleres del ferrocarril cambia por completo de actitud en sutrato con los obreros. Raquel Larsen se debate sobre si Jesús aceptaría o rechazaría una tentadora oferta económica para emplear su portentosa voz en el mundo del espectáculo. El Dr. West, un famoso cirujano, decide dedicar buena parte de su tiempo al voluntariado atendiendo a enfermos necesitados. Donald Marsh, un brillante profesor del instituto local de enseñanza media, opta por entrar en la política y luchar en defensa de los derechos de los marginados. Milton Rait, propietario de los grandes almacenes locales se compromete en aplicar lo que haría Jesús a sus políticas comerciales, tanto con sus clientes como sus proveedores. Virginia Page, una rica heredera hija de un banquero, comienza a testificar ante su familia, cambiar de vida y entregarse al servicio de los demás. Gaspar Chase, un joven escritor de éxito reflexiona sobre sus propias intenciones. Y el propio pastor Ford, decide radicalizar el contenido de sus sermones y comenzar predicar verdades proféticas, aunque resulten molestas a su audiencia y le llevan perder parte de su acomodada feligresía perteneciente a la clase media-alta de la sociedad local.
El resto del libro desarrolla la trama vivencial de cada uno de estos personajes en sus luchas internas, su relación con los compañeros que han adoptado la misma decisión, su cambio comportamiento en sociedad y las consecuencias que esto acarrea, tanto para ellos como para los que les rodean.
La dinámica de la narrativa de Sheldon, siempre encaminada a remarcar el mensaje moral y espiritual del ¿Qué haría Jesús?, es excelente. Por tanto, pese a que la trama del relato se desarrolla en el contexto social de hace 125 años, su paralelismo con las problemáticas de nuestra sociedad actual resulta más que evidente; y a pesar que algunos de los escenarios y movimientos político-sociales u organizaciones mencionadas la misma, como es el caso del Temperance Movement, o movimiento a favor de la abstinencia de alcohol, hayan cambiado, la aplicación de los principios bíblicos que expone son del todo relevantes y extrapolables a nuestro entorno actual sin necesidad de esfuerzo alguno por parte del lector.
Algunos críticos conservadores, tanto de su propia época como posteriores, echan en cara a Sheldon que su mensaje es excesivamente social y poco “evangélico”. Que en el texto se detecta una clara ausencia de citas y referencias bíblicas; y que la trama no expone el mensaje de la Cruz con la claridad que sería de esperar de un libro cristiano.
Olvidan que la trama de En sus pasos ¿qué haría Jesús?, aunque en forma novelada y por tanto mediante personajes y lugares ficticios, refleja la historia de una experiencia real vivida en una iglesia. Tanto sus personajes como sus destinatarios no son personas inconversas sino cristianos convencidos, personas asiduas a los cultos. El objetivo del autor no es, por tanto, presentarles a un Cristo Redentor que ya todos conocen, sino motivarles al discipulado cristiano. Despertar en ellos el sentido de compromiso que seguir a Cristo demanda y retarles a demostrar de manera práctica, en su conducta diaria, algo que proclaman con sus palabras pero que no resiste la prueba de sus hechos. Es por esa misma razón que la trama del libro se aparta sensiblemente del escenario “ideal” que cabría esperar de un relato ficticio. No todos los personajes que de entrada aceptan el compromiso de preguntarse durante un año ¿qué haría Jesús?, permanecen firmes. Varios abandonan, otros demuestran que sólo aparentaban, y algunos de los que permanecen firmes pagan un alto precio en sus finanzas materiales y amistades mundanas. Pero obtienen a cambio una importante recompensa en bendición espiritual.
Después de leer el primer capítulo de En sus pasos ¿qué haría Jesús?, un lector del Siglo XXI no puede por menos que preguntarse: En una sociedad como la actual, en crisis económica, donde las diferencias entre ricos y pobres son cada vez más pronunciadas, con unos índices de desempleo insostenibles y una masa de marginados que no para de crecer, ¿por ventura el mundo que nos rodea, aunque no acuda a decírnoslo de viva voz durante el culto, no nos recrimina también constantemente el hecho de que nuestro comportamiento social a lo largo la semana dista mucho del mensaje evangélico que predicamos los domingos desde los púlpitos y que tanto nos jactamos de profesar con nuestros labios?
Para las nuevas generaciones, que nunca han leído en libro En sus pasos ¿qué haría Jesús?, el desafío cristiano que les plantea su trama novelada constituirá todo un reto. Para los que ya peinan canas y por tanto tuvieron de jóvenes la oportunidad de leerlo, esta nueva edición revisada les refrescará la memoria y les aportará mucho bien espiritual.
ISBN | 9788482678566 |
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Autor | Sheldon, Charles Monroe |
Encuadernación | Rústica fresada |
Publicacion | 2014 |
Idioma | es |
Páginas | 256 |
Medidas | 13.33 x 20.32 cm |