Creer y pensar
REFLEXIONES CORTAS PARA CADA DÍA DEL AÑO
He aquí una obra devocional diferente, escrita para aquellos cristianos con inquietudes intelectuales que no quieren únicamente nutrir su espíritu y enriquecer su vida cristiana, sino también edificar su mente adquiriendo razones sólidas para la defensa de su fe. Ejerciendo la recomendación paulina de someterlo todo a prueba y aferrarse a lo bueno, el autor “entresaca lo precioso de lo vil” (Jer. 15:19 RVR) en sentencias y reflexiones ajenas a las Escrituras y provenientes de muy diversos contextos culturales; identificando el elemento de veracidad presente en muchas de ellas, al evaluarlas a la luz del criterio bíblico. Un libro que puede encuadrarse en la tradición cristiana alejandrina que considera que Dios se revela también de cierto modo a los cultos paganos, en muchas de sus construcciones culturales y aún a pesar de ellos mismos. Bajo esta convicción, el autor somete sin temor muchas afirmaciones representativas de la cultura secular a la norma bíblica, encontrando muchos puntos de contacto entre ellas que esclarecen y reafirman las enseñanzas bíblicas clásicas de una manera razonable, coherente y actual.
Recomendada ampliamente para cristianos a los que les guste meditar y pensar, y para toda persona, medianamente culta, que opina que la doctrina cristiana puede ser expresada con sencillez y altura intelectual al mismo tiempo.
No en vano dijo el fundador de CLIE, Samuel Vila que: “Una fe razonada es una fe más firme.”
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Segundo volumen de la serie de libros de lecturas devocionales para cada día del año salidos de la pluma del pujante autor colombiano Arturo Iván Rojas, y que se suma a “Creer y comprender” publicado también por CLIE.
Su objetivo es proveer a los hombres y mujeres del Siglo XXI con un concepto distinto de libro devocional. No la típica meditación espiritualista que no va más allá de refrescar día tras día a lo largo de la semana lo mismo que uno escucha en el sermón del domingo en la Iglesia, sino algo más: profundizar en las realidades y problemas prácticos del día a día. Y con este propósito en mente, basa sus meditaciones en declaraciones de grandes pensadores actuales, muchos de ellos contemporáneos y los enlaza de forma magistral con los principios bíblicos.
Digamos que Arturo Iván sigue una técnica inversa a la del típico libro devocional a que estamos acostumbrados: Las lectura devocionales tradicionales parten siempre de un texto bíblico para llegar a la reflexión práctica; éstas parten de la reflexión práctica para llegar al texto bíblico. Comienza con uno o varios pensamientos de personajes conocidos sobre el tema elegido, y va evolucionando la reflexión alrededor de los mismos hasta proponer un texto bíblico relacionado y una lectura bíblica recomendada.
Como bien afirma el Dr. Darío Silva en el prólogo: «Este no es un libro de meditaciones, sino de pre-meditaciones. Sus páginas enseñan metódicamente, a través de lo que otros meditaron, y lo que el propio autor medita, un efectivo sistema de improvisación por premeditación.»
Las 365 reflexiones que se nos ofrecen en estas páginas, son un verdadero manjar espiritual con el que vigorizar nuestras almas frente a las inquietudes del mundo que nos rodea; un poderoso ansiolítico con el que aliviarnos de los vértigos de la vida moderna; una eficaz vacuna con la que proteger nuestra mente de las numerosas dudas que la acosan; y una fuente cristalina de inspiración celestial con la que elevar nuestro espíritu al plano superior. Estamos, pues, ante un texto académico que convive entrelazado con un devocional bajo una misma tapa. Un libro de apologética, un comentario bíblico, un compendio doctrinal, un tratado de eclesiología, un sumario de ética, un manual de autoayuda, una obra de referencia y consulta; todo ello combinado en un mismo volumen, con acierto y marcada habilidad.
Su estructura es la típica de un devocional: 365 reflexiones cortas que se leen en un par de minutos, una para cada día del año.
Digamos que el objetivo básico de la obra es el mismo que cabe esperar de cualquier libro devocional: nutrir al lector con enseñanza de la Palabra para que la paz del cielo inunde su alma. Pero el método utilizado es distinto. En lugar de comenzar elevando al lector a las regiones celestes de la piedad, buscando apartar su mente durante unos minutos de las inquietudes, dificultades y problemas que la perturban, hace todo lo contrario, debatir y enfrentar esas dificultades, insuflando en él la certeza de la fe para redirigir su pensamiento en pos de lo supremo y elevarlo finalmente a las regiones celestiales.
¿Es legítimo este sistema de partir de lo humano para llegar a lo divino? Al respecto afirma el Dr. Darío Silva en el prólogo:
«La iglesia debe abandonar la premisa propia del siglo XX, según la cual, lo que algunos entienden por unción es suficiente para el ministerio cristiano y el conocimiento debe desecharse como algo satánico. Desde hace ya más de dos mil años, el cristianismo ha sido un sistema de gente culta, pese a que la ignorancia generó fanatismo y desdicha social en algunos grupos y movimientos que enarbolaron abusivamente la cruz. Si fuera cierto que Dios desprecia la cultura, entonces él no habría emboscado personalmente al apóstol San Pablo en el camino de Damasco para ponerlo a predicar. En el actual cruce de centurias y milenios los cerebros más privilegiados andan buscando a Dios de nuevo. Y, por eso, hay notables esfuerzos para instrumentar lo que Emil Brunner advirtió hace más de medio siglo: la fe es útil para todo y la razón debe supeditarse a ella».
Partiendo de este premisa, por las páginas de “Creer y pensar” desfilan todos los temas susceptibles de causar zozobra en la mente de un creyente, iluminando uno a uno aquellos aspectos de la filosofía, de la ciencia, de la política, de la economía, de la cultura, de teología, de la fe, que puedan levantar dudas o ser motivo de inquietud. Temas tan interesantes como: “La soledad necesaria (3 de Enero)”; “Exclusiones y favoristismos en la iglesia (10 de Enero)” “Autocrítica y tolerancia religiosa (25 de Enero)” “Los autoengaños del creyente (17 de Mayo)” “Cristianismo y colonialismo (21 de Mayo)” “Parálisis teológica (2 de Junio)” “Dioses humanos, demasiado humanos (7 de Septiembre)”; y así. día tras día, mes tras mes, hasta llegar al 31 de Diciembre.
El apoyo apabullante de citas bíblicas, elimina todo cuestionamiento acerca de su base escritural. Y cuenta con unos extensos y trabajados índices “Temático” y “Onomástico” y que facilitan la búsqueda rápida de información, tanto de asuntos concretos como de personajes, sumados a una amplia bibliografía, completan este humilde devocional transformándolo en una valioso obra de referencia y consulta.
Un libro útil y de inmenso valor educativo en el contexto nuestras iglesias, tan plagadas de actitudes absolutistas y tan faltas de «un cristianismo integral, que integre, que antes que condenar comprenda, que crea para comprender y comprenda para creer». Recomendamos a todos los creyentes tenerlo junto a su Biblia en su mesita de noche y leer, sin falta, cada día del año, la reflexión correspondiente antes de apagar la luz y cerrar los ojos o justo después de abrirlos por la mañana; al cabo de pocos días de tratamiento, notarán la diferencia. Aunque sin duda, las posibilidades de esta obra singular, no quedan limitadas a ello, puesto que los usos a los que se presta son numerosos y muy diversos, como por ejemplo, la lectura de sus excelentes reflexiones en programas de radio. Y además es un manantial de ideas para sermones actuales, donde los pastores pueden encontrar excelentes temas y las bases precisas para prepararlos. Estamos seguros que la creatividad de cada lector descubrirá en sus páginas una utilidad nueva y distinta en cuanto lo tenga en sus manos.
Su objetivo es proveer a los hombres y mujeres del Siglo XXI con un concepto distinto de libro devocional. No la típica meditación espiritualista que no va más allá de refrescar día tras día a lo largo de la semana lo mismo que uno escucha en el sermón del domingo en la Iglesia, sino algo más: profundizar en las realidades y problemas prácticos del día a día. Y con este propósito en mente, basa sus meditaciones en declaraciones de grandes pensadores actuales, muchos de ellos contemporáneos y los enlaza de forma magistral con los principios bíblicos.
Digamos que Arturo Iván sigue una técnica inversa a la del típico libro devocional a que estamos acostumbrados: Las lectura devocionales tradicionales parten siempre de un texto bíblico para llegar a la reflexión práctica; éstas parten de la reflexión práctica para llegar al texto bíblico. Comienza con uno o varios pensamientos de personajes conocidos sobre el tema elegido, y va evolucionando la reflexión alrededor de los mismos hasta proponer un texto bíblico relacionado y una lectura bíblica recomendada.
Como bien afirma el Dr. Darío Silva en el prólogo: «Este no es un libro de meditaciones, sino de pre-meditaciones. Sus páginas enseñan metódicamente, a través de lo que otros meditaron, y lo que el propio autor medita, un efectivo sistema de improvisación por premeditación.»
Las 365 reflexiones que se nos ofrecen en estas páginas, son un verdadero manjar espiritual con el que vigorizar nuestras almas frente a las inquietudes del mundo que nos rodea; un poderoso ansiolítico con el que aliviarnos de los vértigos de la vida moderna; una eficaz vacuna con la que proteger nuestra mente de las numerosas dudas que la acosan; y una fuente cristalina de inspiración celestial con la que elevar nuestro espíritu al plano superior. Estamos, pues, ante un texto académico que convive entrelazado con un devocional bajo una misma tapa. Un libro de apologética, un comentario bíblico, un compendio doctrinal, un tratado de eclesiología, un sumario de ética, un manual de autoayuda, una obra de referencia y consulta; todo ello combinado en un mismo volumen, con acierto y marcada habilidad.
Su estructura es la típica de un devocional: 365 reflexiones cortas que se leen en un par de minutos, una para cada día del año.
Digamos que el objetivo básico de la obra es el mismo que cabe esperar de cualquier libro devocional: nutrir al lector con enseñanza de la Palabra para que la paz del cielo inunde su alma. Pero el método utilizado es distinto. En lugar de comenzar elevando al lector a las regiones celestes de la piedad, buscando apartar su mente durante unos minutos de las inquietudes, dificultades y problemas que la perturban, hace todo lo contrario, debatir y enfrentar esas dificultades, insuflando en él la certeza de la fe para redirigir su pensamiento en pos de lo supremo y elevarlo finalmente a las regiones celestiales.
¿Es legítimo este sistema de partir de lo humano para llegar a lo divino? Al respecto afirma el Dr. Darío Silva en el prólogo:
«La iglesia debe abandonar la premisa propia del siglo XX, según la cual, lo que algunos entienden por unción es suficiente para el ministerio cristiano y el conocimiento debe desecharse como algo satánico. Desde hace ya más de dos mil años, el cristianismo ha sido un sistema de gente culta, pese a que la ignorancia generó fanatismo y desdicha social en algunos grupos y movimientos que enarbolaron abusivamente la cruz. Si fuera cierto que Dios desprecia la cultura, entonces él no habría emboscado personalmente al apóstol San Pablo en el camino de Damasco para ponerlo a predicar. En el actual cruce de centurias y milenios los cerebros más privilegiados andan buscando a Dios de nuevo. Y, por eso, hay notables esfuerzos para instrumentar lo que Emil Brunner advirtió hace más de medio siglo: la fe es útil para todo y la razón debe supeditarse a ella».
Partiendo de este premisa, por las páginas de “Creer y pensar” desfilan todos los temas susceptibles de causar zozobra en la mente de un creyente, iluminando uno a uno aquellos aspectos de la filosofía, de la ciencia, de la política, de la economía, de la cultura, de teología, de la fe, que puedan levantar dudas o ser motivo de inquietud. Temas tan interesantes como: “La soledad necesaria (3 de Enero)”; “Exclusiones y favoristismos en la iglesia (10 de Enero)” “Autocrítica y tolerancia religiosa (25 de Enero)” “Los autoengaños del creyente (17 de Mayo)” “Cristianismo y colonialismo (21 de Mayo)” “Parálisis teológica (2 de Junio)” “Dioses humanos, demasiado humanos (7 de Septiembre)”; y así. día tras día, mes tras mes, hasta llegar al 31 de Diciembre.
El apoyo apabullante de citas bíblicas, elimina todo cuestionamiento acerca de su base escritural. Y cuenta con unos extensos y trabajados índices “Temático” y “Onomástico” y que facilitan la búsqueda rápida de información, tanto de asuntos concretos como de personajes, sumados a una amplia bibliografía, completan este humilde devocional transformándolo en una valioso obra de referencia y consulta.
Un libro útil y de inmenso valor educativo en el contexto nuestras iglesias, tan plagadas de actitudes absolutistas y tan faltas de «un cristianismo integral, que integre, que antes que condenar comprenda, que crea para comprender y comprenda para creer». Recomendamos a todos los creyentes tenerlo junto a su Biblia en su mesita de noche y leer, sin falta, cada día del año, la reflexión correspondiente antes de apagar la luz y cerrar los ojos o justo después de abrirlos por la mañana; al cabo de pocos días de tratamiento, notarán la diferencia. Aunque sin duda, las posibilidades de esta obra singular, no quedan limitadas a ello, puesto que los usos a los que se presta son numerosos y muy diversos, como por ejemplo, la lectura de sus excelentes reflexiones en programas de radio. Y además es un manantial de ideas para sermones actuales, donde los pastores pueden encontrar excelentes temas y las bases precisas para prepararlos. Estamos seguros que la creatividad de cada lector descubrirá en sus páginas una utilidad nueva y distinta en cuanto lo tenga en sus manos.
ISBN | 9788482678573 |
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Autor | Rojas, Arturo Ivan |
Encuadernación | Rústica fresada |
Publicacion | 2014 |
Idioma | es |
Páginas | 400 |
Medidas | 15 x 23 cm |