CONFERENCIA SOBRE ARQUEOLOGÍA BÍBLICA A CARGO DEL ARQUEÓLOGO TIM LÓPEZ ERIKSSON

El sábado 24 de octubre 2020 en la Iglesia Cristiana Unida de Valls (ECUV) tuvo lugar una conferencia sobre Arqueología Bíblica. Ante una buena audiencia limitada por el aforo restringido por la Covid, la tarde comenzó con algunas alabanzas del grupo de la Iglesia. Posteriormente unas palabras del Pastor Víctor Rubí y de Benji Gálvez en representación de CLIE, dieron comienzo a la conferencia.

Imagen 1- El arqueólogo Tim López Eriksson.

El ponente era el arqueólogo Tim López Eriksson. Tim ha estudiado Arqueología Clásica e Historia Antigua en la Universidad de Upsala (Suecia) y ha cursado un Máster en Arqueología Clásica en la Universitat Rovira i Virgili de Tarragona (España). Ha participado en excavaciones arqueológicas en España, Egipto y de manera continuada desde el 2017 en Silo (Israel).

Tim comenzó su disertación aclarando en qué consiste la “Arqueología Bíblica”. Hoy en día la Arqueología Bíblica como ciencia no pretende probar o refutar el contenido de la Biblia, sino describir el mundo histórico donde se formaron los libros bíblicos, en una limitación geográfica, tratando el área del Medio Oriente, especialmente la zona de Israel, Jordania, Siria, Egipto, etc.

De todas formas, la Biblia está muy presente en esta rama de la arqueología, y existen dos escuelas muy opuestas, según como se tratan los textos bíblicos en relación al material arqueológico: el minimalismo y el maximalismo.

La Escuela Maximalista sería la tradicional, la que acepta el relato bíblico como una fuente histórica fiable. A nosotros, los creyentes, esto nos parece algo obvio, pero la realidad es que la mayor parte del mundo académico se inclina más hacia la visión minimalista.

El Minimalismo ve el texto bíblico como una invención posterior a los hechos históricos, recreando un pasado glorioso, pero que realmente sería ficticio. Por eso, temas como la Monarquía Unida (David y Salomón) o el Éxodo, nunca existieron.

Por ejemplo, según el minimalismo no existe evidencia arqueológica de un estado centralizado en la época de David y Salomón y por eso se debe interpretar el relato bíblico como un mito. Es más adelante, en el reinado de los omridas (Omri, Acab, etc., 884-842 a.C.), que la arqueología muestra pruebas de un estado centralizado y esta sería la primera dinastía de Israel.  Antes de esto, Israel sería una simple tribu nómada en la zona de Canáan.

Pero la arqueología ya ha confirmado muchísimos de los datos que aparecen en el texto bíblico, y Tim dijo estar convencido de que con el tiempo se desenterrarán más hallazgos que siguen la línea bíblica.

Existe confirmación arqueológica de más de 50 personajes que se mencionan en la Biblia, y Tim presentó dos ejemplos recuperados en excavaciones arqueológicas en Jerusalén:

Imagen 2- Sellos de Ezequías e Isaías.

El primero consiste en una impresión en arcilla del sello del Rey Ezequías. La inscripción dice “De Ezequías [hijo de] Acaz, rey de Judá”.

El segundo ejemplo también se trata de una impresión en arcilla que podría haber pertenecido al profeta Isaías. Siempre estará la duda porque como se puede ver en la imagen, el lado izquierdo está muy deteriorado. Los que estudiaron y publicaron esta pieza hicieron una reconstrucción añadiendo dos letras en la primera línea, y una en la segunda. Si esta reconstrucción es correcta, el sello dice “de Isaías el profeta”.

Algunos de los descubrimientos arqueológicos más importantes que de una manera u otra confirman el relato bíblico:

Los Rollos del Mar Muerto son una colección de manuscritos compuesta por más de 25.000 fragmentos de pergamino y papiro que fueron hallados en 1947 en las cuevas de Qumrán, Cisjordania. La mayoría datan del año 250 a.C. al año 66 d.C. Se trata de textos religiosos judíos y en los que se pueden encontrar las copias más antiguas de la Biblia.

Antes de los rollos del Mar Muerto, la copia completa más antigua del AT era el Códice de Leningrado, del 1008 d.C. Con el nuevo material del Mar Muerto se pudo hacer una comparación para determinar cuánto había cambiado el texto en 1000 años. Los resultados mostraron que había cambiado muy poco y que el texto del Códice de Leningrado era prácticamente idéntico a los textos equivalentes de los Rollos del Mar Muerto.

Antes del descubrimiento de los rollos del Mar Muerto existía una crítica en el ámbito académico hacía la vida de Jesús como Mesías y su cumplimiento de las profecías mencionadas en el AT, especialmente las de Isaías. El cumplimiento de estas profecías por parte de Jesús era tan exacto, que las profecías, según esta crítica, tuvieron que haberse editado después de la muerte de Jesús.
Pero entre todos los fragmentos de Qumrán apareció un rollo que contenía el texto completo del libro de Isaías, y que los expertos lograron datar en el año 100 a.C.

La cuestión de si Jesús era el Mesías o no sigue siendo una cuestión de fe, pero con el manuscrito completo del libro de Isaías quedaba claro que las profecías sobre el Mesías ya estaban escritas antes de la vida de Jesús, y no era algo que se redactó posterior a su muerte para idealizarlo y divinizarlo.

Imagen 3- Estela de Tel Dan.

La Estela de Tel Dan es una estela con inscripción en arameo que se descubrió en los años 90 en el yacimiento de Tel Dan. Data del siglo IX a.C. y la inscripción relata como un individuo (no se menciona el nombre, pero probablemente Hazael) mató a Joram, el hijo de Acab, rey de Israel y rey ​​de la "Casa de David". Esta inscripción corrobora el relato bíblico de 2 Reyes 3.

Pero lo más espectacular es que menciona la “casa de David” y esta es la primera y más antigua mención del rey David fuera de la Biblia. Este hallazgo debilita significativamente la postura minimalista de que el Rey David nunca existió.

La Estela de Merneptah es una losa de granito negro de 3 metros de altura que describe las victorias militares del faraón Merneptah hacia el 1210 a.C. y contiene la mención más antigua de Israel fuera de la Biblia.

La mayor parte del texto glorifica las victorias de Merneptah sobre los enemigos libios y sus aliados, pero las últimas tres líneas (de un total de 28) mencionan la campaña en Canáan.

Los pueblos mencionados en la estela llevan el determinativo​ de tierra extranjera, pero Israel se menciona de diferente manera, al utilizar el determinativo como un gentilicio. Se habla de “las gentes de Israel”, mostrando que, para los egipcios de esa época, Israel era considerado un grupo extranjero. Este detalle podría también implicar que Israel no tenía rey, lo que significaría que la invasión de Merneptah fue en la época de los Jueces.

El hecho de que Merneptah presumiese de su victoria sobre Israel implica que los israelitas ya eran un pueblo suficientemente fuerte y establecido en la zona de Canáan en el siglo XIII a.C. Si Israel en esa época fuese una pequeña tribu nómada (como argumenta el minimalismo), no habría nada de que presumir.

Imagen 4- Los amuletos de Ketef Hinnom.

Los amuletos de Ketef Hinnom se hallaron en unas tumbas de Jerusalén en 1979. Se trataba de unos rollos de plata diminutos, de no más de 3 cms. de ancho y un diámetro de menos de 1 cm. Al desenrollarlos se descubrió el texto. El segundo amuleto, el de la foto, contiene parte de la bendición sacerdotal.

Esta inscripción es una de las más antiguas y mejor conservadas que contiene el nombre del Dios israelita: YHWH o Jehová.  El estilo de las tumbas donde se hallaron y el de la escritura utilizada en las inscripciones permitió datarlos al siglo VII o VI a.C., lo cual los convierte en la copia más antigua que se conoce de un fragmento de la Biblia.

Imagen 5- Silo (Israel).

La excavación en Silo (Israel). Tim habló brevemente sobre la metodología de los arqueólogos, sacando ejemplos de Silo, donde lleva trabajando desde el 2017.

Silo es el lugar donde se crió el joven Samuel bajo la custodia de Elí. Se puede leer la historia en los primeros capítulos de 1 Samuel, pero también se menciona Silo varias veces en Josué, y Jueces.

Fue en Silo donde los israelitas, después del Éxodo, se reunieron para dividir la tierra prometida entre sí, y después de ese acontecimiento el Arca y el Tabernáculo permanecieron allí durante más de 300 años hasta la época de Samuel.

Tim también pasó un vídeo donde se mencionaban las herramientas que utilizan los arqueólogos: pinceles, palas, cubos, picos… pero también las herramientas de documentación, de digitalización, iPad, ordenador, cámara digital y dron, etc. Todo ello son equipos casi imprescindibles en toda excavación.

Explicó que trabajan en un área que está dividida en cuadros de 5x5 metros. En cada cuadro hay una persona que supervisa, dirige y documenta el trabajo, y un equipo de voluntarios. Tim supervisa 3 cuadros. Suele hacer mucho calor, así que diariamente montan unas lonas para tener algo de sombra donde trabajan. Un dato curioso es que durante las 8 horas que pasan cada día en el yacimiento Tim suele beber entre 3,5 y 4,5 litros de agua.

Entre la audiencia todo era admiración por el arduo trabajo que realizan los arqueólogos bajo un sol de justicia. Tim habló de las unidades estratigráficas (para la datación), de los miles de fragmentos de cerámica que recogían diariamente, de la selección, del cribado en seco y luego en mojado, y como estos métodos tan laboriosos permitían encontrar piezas como escarabajos egipcios, o diminutas perlas de vidrio.

Imagen 6- La granada hallada en Silo y del incensario procedente de Tel Hatzeva. (Fotografía: Tim López)

Tim detalló a continuación cómo descubrió la granada en Silo. Se trataba de una pequeña figura de cerámica que representaba una granada, y se consideró tan importante que apareció en varias de las listas sobre los hallazgos más importantes del 2018; fue el nº 9 en la lista de Christianity Today, pero incluso llegó a ocupar el nº 4 en la lista de Biblical Archaeology Report.

Tim explicó que tuvo el privilegio de encontrar esta pieza él mismo. Además, era un poco extraño, porque justamente ese día “tocó poca tierra”. Desde el principio de la temporada tenía planes para excavar el estrato L.7. Explicó que justo ese día les visitó un grupo de unos 30 estudiantes de DTS (Dallas Theological Seminary) que iban a pasar el día trabajando con ellos. Consiguió que asignaran 6 estudiantes a su equipo, y vio la oportunidad por fin de encargarse del estrato L.7. Puso a 4 personas en el cuadro para excavar el L.7 y mover los capazos de la tierra extraída hacia la zona de criba (todo el material excavado se pasa por la criba para poder detectar los objetos más diminutos), y a dos personas para cribar todo el material. Tim se movía entre las diferentes zonas de excavación supervisando el trabajo, solucionando cualquier duda y documentando los objetos que iban saliendo de la tierra.

Al cabo de un rato se dio cuenta de que se estaban acumulando los capazos en la zona de criba y se estaban quedando sin capazos vacíos, así que decidió acercarse para echarles una mano. Pensó que por lo menos podría cribar el material de dos capazos, y llevarlos de vuelta al cuadro para que el trabajo allí no se interrumpiera. Vació el material del primer capazo sobre la criba y empezó a examinar el contenido; nada extraordinario: unos fragmentos de cerámica y algún hueso diminuto. Hizo lo mismo con el segundo capazo. Enseguida pudo distinguir un objeto diferente. Pero no tenía tiempo para examinarlo a fondo, así que lo metió en su bolsillo derecho y volvió al cuadro con los capazos vacíos. Hizo otra ronda supervisando el trabajo en el cuadro, y unos 15 minutos más tarde se acordó de la pieza en su bolsillo y volvió a sacarla. Se sentó en el borde del cuadro, estudiándola atentamente y quitando cuidadosamente la tierra seca con sus dedos. Era una figura de unos 4 cm. de largo y casi 3 cm. de ancho. En la parte superior había un agujero horizontal para colgar la pieza, y en la inferior algo parecido a “pétalos”.

La primera interpretación que se le pasó por la mente a Tim fue que podría ser el tapón de una botella, pero no le convencía. Así que bajó al campamento base donde el director de excavaciones Scott Stripling, y otros especialistas estaban reunidos estudiando la cerámica excavada del día anterior. Se podía percibir algo de emoción cuando todos vieron la pieza, y después de un rato valorando varias ideas, un especialista local explicó convincentemente que esta figura representaba el fruto de la granada.

Más tarde determinaron que esta figura probablemente formó parte de un incensario parecido al de Tel Hatzeva, y que databa de la Edad de Hierro (probablemente siglo IX-X a.C.), aunque alguien sugirió que podría haber sido parte del ropaje del sumo sacerdote, según Éxodo 28:33.

Durante los meses posteriores a la excavación Scott y Tim estudiaron el hallazgo y escribieron un artículo sobre la pieza juntamente con David Ben-Shlomo, director del Departamento de Arqueología en la Universidad de Ariel en Israel. El artículo, revisado por pares, se publicó en el verano del 2019 en la revista Judea and Samaria Research Studies.

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Acto seguido el arqueólogo detalló el descubrimiento de uno de los cuernos de un altar.

Imagen 7- La esquina de un altar con el típico “cuerno” hallada en Silo. (Foto: Mike Luddeni)

En julio del 2019 apareció la noticia sobre un importante descubrimiento que el equipo de Associates for Biblical Research había hecho durante la temporada de ese mismo año en las excavaciones en Tel Shiloh.

Este objeto se consideró tan importante que apareció en varias de las listas sobre los hallazgos más importantes del 2019; fue el nº 8 en la lista de Christianity Today, pero incluso llegó a ocupar el nº 2 en la lista de Biblical Archaeology Report.

El hallazgo consistía en una pieza de piedra de 18 x 12,5 cms., que finalmente se determinó que era la esquina de un altar con uno de los cuatro típicos cuernos que estarían situados en cada esquina del altar completo. El fragmento apareció en uno de los cuadros que Tim supervisaba. Era el segundo día de excavación de la temporada, y esa mañana había asignado a la voluntaria Leza Davis Cutforth de EE.UU. en una zona determinada. Como tenía a los miembros de su equipo esparcidos en distintas zonas de los cuadros, Tim se movía entre ellos supervisando el trabajo y aclarando cualquier duda. Cuando pasó por la zona de Leza esta le acercó una piedra preguntando si era algo importante. Lo primero que le vino a la mente a Tim al examinarla entre sus manos fue que parecía un “cuerno de un altar”, a pesar de ser de una calidad bastante rudimentaria. Después de un par de semanas pudieron afirmar con toda certeza que habían encontrado la esquina de un altar.

La importancia de este hallazgo no se debe solamente a que sea un objeto religioso, sino también por el lugar donde fue hallado. Aunque este objeto en sí mismo no puede confirmar que el Tabernáculo realmente estuvo en lo que hoy se conoce como el yacimiento de Tel Shiloh, sí que nos indica que hubo actividad religiosa en ese lugar.

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La conferencia causó tal interés que suscitó gran cantidad de preguntas entre los asistentes. Tim respondió a todas ellas con rigor y con pasión. Tim López Eriksson trabaja en la actualidad coordinando la edición del Diccionario de Arqueología Bíblica de Editorial CLIE.

Enlaces de interés

La conferencia completa puede verse en el siguiente enlace:

https://www.facebook.com/100010421169885/videos/pcb.1438994142957803/1245401889150505/

La organización con la que colabora Tim en Silo es Associates for Biblical Research (ABR) y esta es su página (haga click aquí). Si alguien está interesado en participar en la excavación, es posible hacerlo como voluntario.

A principios de año Tim decidió crear un blog sobre Arqueología Bíblica llamado ARQUEBIBES. Es todo en español y es posible suscribirse. También se puede conectar a Arquebibes a través de Instagram.

https://arquebibes.wordpress.com

Soli Deo gloria

Benji Gálvez, Editorial CLIE