Young, Edward Joseph
Nació en San Francisco (California, EE.UU.). Estudió en la Universid de Stanford (B.A., 1929), y Dropsie College de Filadelfia (Ph.D., 1943). En 1929, siguiendo a su graduación en la Universidad de Stanford, marchó durante un año a Palentina, donde enseñó en una escuela de Belén a la vez que estudió siriaco con un sacerdote de la Iglesia Siria. A su vuelta a Estados Unidos pasó por Madrid (España) y Alemania, aprovechando toda oportunidad para estudiar.
En 1935 contrajo matrimonio con Lillian Riggs y marcharon de viaje de novios a Leipzig (Alemania), donde tuvo la oportunidad de conocer a un buen número de teólogos de tan afamada universidad.
Sus estudios teológicos los realizó en el Westminster Theological Seminary de Filadelfia, fundado por J.G. Machen (v.), del cual fue nombrado profesor de Antiguo Testamento en 1936, hasta su muerte, el 14 de febrero de 1968, debida a un ataque al corazón.
En 1956 fue nombrado Moderador de su denominación, la Iglesia Presbiteriana Ortodoxa, en honor a la admiración que sentían por él como pastor y defensor de la fe evangélica conservadora, que siempre expuso con rigor y método.
Gozaba de una increíble capacidad lingüística. Fue todo un experto en lenguas semíticas —hebreo y arameo— y modernas. Dedicó todos sus talentos y energías a la exposición de la Biblia como Palabra escrita de Dios. “Ardía con celo santo por la integridad de la Palabra de Dios y la defensa de todo el consejo de Dios” (John Murray, v.).
En 1935 contrajo matrimonio con Lillian Riggs y marcharon de viaje de novios a Leipzig (Alemania), donde tuvo la oportunidad de conocer a un buen número de teólogos de tan afamada universidad.
Sus estudios teológicos los realizó en el Westminster Theological Seminary de Filadelfia, fundado por J.G. Machen (v.), del cual fue nombrado profesor de Antiguo Testamento en 1936, hasta su muerte, el 14 de febrero de 1968, debida a un ataque al corazón.
En 1956 fue nombrado Moderador de su denominación, la Iglesia Presbiteriana Ortodoxa, en honor a la admiración que sentían por él como pastor y defensor de la fe evangélica conservadora, que siempre expuso con rigor y método.
Gozaba de una increíble capacidad lingüística. Fue todo un experto en lenguas semíticas —hebreo y arameo— y modernas. Dedicó todos sus talentos y energías a la exposición de la Biblia como Palabra escrita de Dios. “Ardía con celo santo por la integridad de la Palabra de Dios y la defensa de todo el consejo de Dios” (John Murray, v.).