Wyclif, John
Teólogo y predicador inglés, considerado "la estrella matutina de la Reforma". Nació en el condado de York en el seno de una familia de la pequeña nobleza. Estudió en la universidad de Oxford, donde recibió el doctorado en teología el año 1372. Allí pasó la mayor parte de su vida enseñando filosofía y teología. Como era un gran experto en la tradición escolástica medieval, fue requerido para importantes cargos políticos y diplomáticos, en especial desde 1377 hasta 1381, años en los que gobernó prácticamente el país el duque de Lancaster, Juan de Gaunt, hijo de Eduardo III. Sostuvo la idea de que sólo los justos tienen derecho al dominio temporal, mientras que los que están en pecado mortal, sean quienes sean: reyes, nobles, papas, etc., no tienen derecho a ostentar cargos públicos y deberían ser privados de sus riquezas y de su cargo. Estas ideas le valieron la condenación de Gregorio XI (1370-1378), quien, en su bula Sobre los peligrosos de 1377, condenó 19 proposiciones sacadas de escritos de Wycliffe.
En 1382, el arzobispo Guillermo Courtenay logró que la universidad de Oxford condenara el lolardismo fomentado por Wycliffe. Posteriormente, ya muerto él, el Concilio de Constanza (1414-1418), bajo Gregorio XII (1414-1418), condenó el 4 de mayo de 1415 45 proposiciones como "Errores de Juan Wycliff", y, como Wycliffe había abogado por la comunión bajo las especies de pan y de vino para todos los fieles, el 15 de junio del mismo año, el Concilio emitió un decreto en contra de tal opinión, y este decreto fue confirmado el 22 de febrero de 1418 por Martín V (1417-1431), como puede verse en Dz, nos. 1249, 1250 y 1251.
La condenación decretada por Gregorio XI, lejos de acallar a Wycliffe, hizo que éste pasara al ataque, primero, de las riquezas y del poder temporal de la Iglesia y, después, a la crítica de gran parte de los dogmas del catolicismo medieval. La teología de Wycliffe se centra en los mismos puntos que la de la Reforma protestante del siglo XVI. "La Escritura , dice, procede de la boca de Dios." Publicó la primera versión en inglés de la Biblia, realizada en colaboración con varios discípulos. Para Wycliffe, la Biblia es de mayor autoridad que el Papa, la Iglesia entera y las enseñanzas de los llamados Padres de la Iglesia. Todos los cristianos son sacerdotes y tienen acceso personal directo a Dios. De ahí llegó a pedir la abolición de las órdenes monásticas y del papado. Rechazó toda ceremonia y toda organización que no esté mencionada específicamente en la Iglesia. Por tanto, rechazó también la doctrina de la transustanciación, diciendo que el cuerpo de Cristo está escondido sacramentalmente en los elementos de la eucaristía. Condenó igualmente las indulgencias y el culto a los santos, aunque siempre habló con reverencia de la Virgen María. En cuanto a la predestinación, sostuvo la enseñanza de Agustín de Hipona, de que la Iglesia es un cuerpo de fieles predestinados y que la salvación se obtiene únicamente por gracia.
Al contrario que Juan Hus, y que algunos de los reformadores ingleses del siglo XVI, Wycliffe no fue quemado en la pira, sino que murió de una embolia en su parroquia de Lutterworth y enterrado en tierra sagrada. Sin embargo, tras de la condenación de sus enseñanzas por el Concilio de Constanza, sus restos fueron desenterrados y quemados, y sus cenizas fueron arrojadas al río Swift.
Wyclif fue el primero que aportó una justificación doctrinas a la corriente de indignación provocada por la decadencia de la Iglesia. Su obra fue continuada en Inglaterra por los lolardos, que atacaban la riqueza de los clérigos, el celibato de los sacerdotes y las indulgencias, preparando así el camino a la Reforma.
En 1382, el arzobispo Guillermo Courtenay logró que la universidad de Oxford condenara el lolardismo fomentado por Wycliffe. Posteriormente, ya muerto él, el Concilio de Constanza (1414-1418), bajo Gregorio XII (1414-1418), condenó el 4 de mayo de 1415 45 proposiciones como "Errores de Juan Wycliff", y, como Wycliffe había abogado por la comunión bajo las especies de pan y de vino para todos los fieles, el 15 de junio del mismo año, el Concilio emitió un decreto en contra de tal opinión, y este decreto fue confirmado el 22 de febrero de 1418 por Martín V (1417-1431), como puede verse en Dz, nos. 1249, 1250 y 1251.
La condenación decretada por Gregorio XI, lejos de acallar a Wycliffe, hizo que éste pasara al ataque, primero, de las riquezas y del poder temporal de la Iglesia y, después, a la crítica de gran parte de los dogmas del catolicismo medieval. La teología de Wycliffe se centra en los mismos puntos que la de la Reforma protestante del siglo XVI. "La Escritura , dice, procede de la boca de Dios." Publicó la primera versión en inglés de la Biblia, realizada en colaboración con varios discípulos. Para Wycliffe, la Biblia es de mayor autoridad que el Papa, la Iglesia entera y las enseñanzas de los llamados Padres de la Iglesia. Todos los cristianos son sacerdotes y tienen acceso personal directo a Dios. De ahí llegó a pedir la abolición de las órdenes monásticas y del papado. Rechazó toda ceremonia y toda organización que no esté mencionada específicamente en la Iglesia. Por tanto, rechazó también la doctrina de la transustanciación, diciendo que el cuerpo de Cristo está escondido sacramentalmente en los elementos de la eucaristía. Condenó igualmente las indulgencias y el culto a los santos, aunque siempre habló con reverencia de la Virgen María. En cuanto a la predestinación, sostuvo la enseñanza de Agustín de Hipona, de que la Iglesia es un cuerpo de fieles predestinados y que la salvación se obtiene únicamente por gracia.
Al contrario que Juan Hus, y que algunos de los reformadores ingleses del siglo XVI, Wycliffe no fue quemado en la pira, sino que murió de una embolia en su parroquia de Lutterworth y enterrado en tierra sagrada. Sin embargo, tras de la condenación de sus enseñanzas por el Concilio de Constanza, sus restos fueron desenterrados y quemados, y sus cenizas fueron arrojadas al río Swift.
Wyclif fue el primero que aportó una justificación doctrinas a la corriente de indignación provocada por la decadencia de la Iglesia. Su obra fue continuada en Inglaterra por los lolardos, que atacaban la riqueza de los clérigos, el celibato de los sacerdotes y las indulgencias, preparando así el camino a la Reforma.