Wigglesworth, Smith
Nació el 10 de junio de 1859 en Menston (Yorkshire, Inglaterra). Su familia era tan pobre que tuvieron que ponerle a trabajar en una granja cercana a la tierna edad de seis años, como, por otra parte, era habitual en las familias humildes de entonces. A los siete años trabajó en un molino. “Es mucho tiempo el que va de las seis hasta las seis y todavía estás en el molino”, dijo a su padre. Éste le respondió: “Bueno, las seis siempre llegarán, mi hijo”.
Su conversión tuvo lugar en la pequeña capilla metodista de su pueblo natal, cuando tenía 8 años. Desde entonces se destacó por su celo en ganar almas para Cristo. “La primera persona que gané para el Señor fue my querida madre”.
Por cuestión de trabajo se trasladó a Bradford, donde conoció a los Hermanos de Plymouth, a quienes pidió ser bautizado por inmersión. Más tarde se mudó a Liverpool, donde se quedó sorprendido por las terribles escenas de pobreza. De sus ganancias como fontanero fue capaz de dar comida a cientos de niñas y niños pobres que acudían a una humilde habitación que había alquilado para predicar el amor de Cristo.
En 1882 contrajo matrimonio con Mary Jane Featherstone, “Polly”, espíritu congenial y dedicada por entero a la salvación de almas, primero como predicadora asociada al Ejército de Salvación y luego independiente. En Bradford desarrollaron un amplio ministerio evangelizador que incluía sanidad por fe. Debido a la pobreza de su vocabulario Polly era la predicadora regular.
Ambos asistían con frecuencia a las Convenciones Keswick (v.) y tenían en alto valor la vida de santidad. En 1907 Smith tuvo una experiencia de hablar en lenguas, como señal de su bautismo en el Espíritu Santo, que le dio, además, capacidad para predicar con fluencia, cosa que hasta entonces nunca había logrado. Esto fue el comienzo del movimiento Pentecostal en Bradford, con cientos de personas pasando por la misma experiencia. En 1913 Polly murió en la puerta misma de la Misión que dirigía.
En 1914 comenzó su ministerio internacional, viajando por Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda y Europa: Suiza, Francia, Suecia, Noruega y Dinamarca, llevando por todas partes la sencillez de su fe y el mensaje de sanidad, acompañado de su única hija Alice, que era totalmente sorda y a la que amaba con todo su corazón.
Aunque nunca gozó de buena salud, siempre creyó en poder de la sanidad divina, y muchas maravillas se testifican como obradas por su medio. Murió el 12 de marzo de 1947 en Wakefield (Yorkshire).
Fue un hombre rústico, sin educación formal, rudo en su trato con los demás, excéntrico, arrogante en cuanto a sus propias creencias, pero ciertamente generoso y amante de Dios.
Su conversión tuvo lugar en la pequeña capilla metodista de su pueblo natal, cuando tenía 8 años. Desde entonces se destacó por su celo en ganar almas para Cristo. “La primera persona que gané para el Señor fue my querida madre”.
Por cuestión de trabajo se trasladó a Bradford, donde conoció a los Hermanos de Plymouth, a quienes pidió ser bautizado por inmersión. Más tarde se mudó a Liverpool, donde se quedó sorprendido por las terribles escenas de pobreza. De sus ganancias como fontanero fue capaz de dar comida a cientos de niñas y niños pobres que acudían a una humilde habitación que había alquilado para predicar el amor de Cristo.
En 1882 contrajo matrimonio con Mary Jane Featherstone, “Polly”, espíritu congenial y dedicada por entero a la salvación de almas, primero como predicadora asociada al Ejército de Salvación y luego independiente. En Bradford desarrollaron un amplio ministerio evangelizador que incluía sanidad por fe. Debido a la pobreza de su vocabulario Polly era la predicadora regular.
Ambos asistían con frecuencia a las Convenciones Keswick (v.) y tenían en alto valor la vida de santidad. En 1907 Smith tuvo una experiencia de hablar en lenguas, como señal de su bautismo en el Espíritu Santo, que le dio, además, capacidad para predicar con fluencia, cosa que hasta entonces nunca había logrado. Esto fue el comienzo del movimiento Pentecostal en Bradford, con cientos de personas pasando por la misma experiencia. En 1913 Polly murió en la puerta misma de la Misión que dirigía.
En 1914 comenzó su ministerio internacional, viajando por Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda y Europa: Suiza, Francia, Suecia, Noruega y Dinamarca, llevando por todas partes la sencillez de su fe y el mensaje de sanidad, acompañado de su única hija Alice, que era totalmente sorda y a la que amaba con todo su corazón.
Aunque nunca gozó de buena salud, siempre creyó en poder de la sanidad divina, y muchas maravillas se testifican como obradas por su medio. Murió el 12 de marzo de 1947 en Wakefield (Yorkshire).
Fue un hombre rústico, sin educación formal, rudo en su trato con los demás, excéntrico, arrogante en cuanto a sus propias creencias, pero ciertamente generoso y amante de Dios.