Synam, Harold Vinson
Nació en Veron (EE.UU.). Hijo de un obispo de la Iglesia de Santidad Pentecostal. Estudió en las universidades de Richmond (B.A., 1958) y Georgia (M.A., 1964; Ph.D., 1967), especializandose en la historia social e intelectual de Estados Unidos.
Ordenado al ministerio de la Iglesia de Santidad Pentecostal, fue pastor en Virginia (1956-62) y Georgia (1967-74). Impartió clases en el Colegio Bíblico de su denominación: Emmanuel College de Franklin Spring (Georgia).
Junto a W.W. Menzis (v.) y Horace Ward, fundó la Sociedad de Estudios Pentecostales (1970).
Fue secretario general de su denominación desde 1973 a 1977, así como superintendente general desde 1977 a 1981 y director de Evangelismo desde 1981 a 1986. Participó en 1973 en el diálogo entre católicos romanos y pentecostales. Desde 1986 patrocina congresos en Nueva Orleans sobre el Espíritu Santo y la Evangelización Mundial, cuyo congreso atrajo a unos 40.000 carismáticos de todas las iglesias.
Según su visión de la historia y progreso del cristianismo en el siglo XX, “es posible que el futuro del cristianismo sea moldeado por las iglesias autóctonas, pentecostales y en desarrollo del Tercer Mundo, las que con sus vigorosos elementos carismáticos causarán una interreacción en las iglesias tradicionales” (Postreros días, p. 133).
PAULO BRANCO
Ordenado al ministerio de la Iglesia de Santidad Pentecostal, fue pastor en Virginia (1956-62) y Georgia (1967-74). Impartió clases en el Colegio Bíblico de su denominación: Emmanuel College de Franklin Spring (Georgia).
Junto a W.W. Menzis (v.) y Horace Ward, fundó la Sociedad de Estudios Pentecostales (1970).
Fue secretario general de su denominación desde 1973 a 1977, así como superintendente general desde 1977 a 1981 y director de Evangelismo desde 1981 a 1986. Participó en 1973 en el diálogo entre católicos romanos y pentecostales. Desde 1986 patrocina congresos en Nueva Orleans sobre el Espíritu Santo y la Evangelización Mundial, cuyo congreso atrajo a unos 40.000 carismáticos de todas las iglesias.
Según su visión de la historia y progreso del cristianismo en el siglo XX, “es posible que el futuro del cristianismo sea moldeado por las iglesias autóctonas, pentecostales y en desarrollo del Tercer Mundo, las que con sus vigorosos elementos carismáticos causarán una interreacción en las iglesias tradicionales” (Postreros días, p. 133).
PAULO BRANCO