Pascal, Blaise
Matemático, físico, filósofo y escritor francés. Hijo de una familia de la alta burguesía, su padre se instaló en París en 1631 y lo introdujo en la sociedad científica y literaria de la Academia de Mersenne, despertando su precoz vocación. Descubrió por sí solo la 32 primeras proposiciones de la Geometría de Euclides, cuando su padre le había cerrado bajo llave los libros de matemáticas, para que se aplicara al griego y al latín. A los 12 años estudió la propagación del sonido. A los 16 años escribió un Ensayo sobre las cónicas (1640). en que reduce a una sola fórmula las líneas curvas. Para ayudar a su padre en un trabajo fiscal, ideó una máquina calculadora que perfeccionó en 1652. De esta época datan sus primeros contactos con el jansenismo.
La muerte de su padre (1651) y el ingreso de su hermana Jacqueline en un convento (1652) inició el período relativamente libertino de Pascal, que refleja en su Discurso sobre las pasiones del amor. Inmerso en una profunda crisis religiosa, culminó en su conversión con el éxtasis nocturno del 23 de noviembre de 1654, del que da testimonio en su Memorial (que se halló cosido a la ropa después de su muerte): "El Dios de Abraham, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob, no el Dios de los filósofos y los sabios."
Al visitar la comunidad jansenista de Port-Royal, fue invitado a defender al director de la comunidad, Antonio Arnauld, acusado de herejía por la Sorbona. Así lo hizo Pascal con una serie de panfletos, entre los que destacan las Cartas provinciales. En ellas atacó con gran ingenio a la Sorbona y a los jesuitas. En sus Escritos sobre la gracia defiende que la gracia es necesaria para obrar bien, no basta la libertad; eso estaba más cerca de Lutero que del Concilio de Trento. Pero su intuición es brillante: si añadir puntos a una línea jamás dará un plano, y sumar planos al plano no hace volumen, así lo natural está infinitamente por debajo de lo sobrenatural.
Desde su primera juventud frecuentó el trato de matemáticos e intelectuales y se encontró en dos ocasiones con Descartes. Pascal no es cartesiano. En el ensayo Del esprit géométrique hace ver que la matemática es sólo “una parte” de la razón. El espíritu de geometría, exacto y riguroso, demostrará un teorema, pero no la existencia del mundo donde se cumple, con colores y cualidades. La mente es también finura. Descartes limitó la razón a cálculo, Pascal reivindica la observación. Descartes hizo de la duda y la desconfianza su método; Pascal restablece la importancia de los pequeños: vemos un poquito más allá, a espaldas de los que nos precedieron.
Proyectó una apología del cristianismo, dirigida a persuadir a los libertinos con quienes se identificó durante un tiempo, pero murió dejando multitud de fragmentos que, reunidos bajo el título de Pensamientos, se publicaron póstumamente y constituyen una de las cimas de la literatura francesa y del pensamiento moderno. Hay allí un pensador inclinado a admirar, no a dominar.Pascal restituye el sentido del misterio que con Descartes se había desdibujado: "El hombre es una caña frágil, pero es una caña que piensa", "tiene el corazón razones que la razón ignora", "¿es acaso por razón por lo que te amas?", "Hay dos excesos: excluir la razón y no admitir más que la razón", "de buena gana me dejo persuadir por testigos que se dejan matar", "se hace un ídolo de la verdad misma, pues la verdad fuera del amor no es Dios; es su imagen, un ídolo que no se debe amar ni adorar". "No es justo que alguien se adhiera a mí, aunque lo haga gustosa y voluntariamente. Engañaría a aquellos en quienes yo despertara ese deseo, pues no soy el fin de nadie y no tengo con qué satisfacerles. ¿Es que no puedo morir en cualquier momento? Y de este modo, por tanto, morirá también el objeto de su adhesión".
La muerte de su padre (1651) y el ingreso de su hermana Jacqueline en un convento (1652) inició el período relativamente libertino de Pascal, que refleja en su Discurso sobre las pasiones del amor. Inmerso en una profunda crisis religiosa, culminó en su conversión con el éxtasis nocturno del 23 de noviembre de 1654, del que da testimonio en su Memorial (que se halló cosido a la ropa después de su muerte): "El Dios de Abraham, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob, no el Dios de los filósofos y los sabios."
Al visitar la comunidad jansenista de Port-Royal, fue invitado a defender al director de la comunidad, Antonio Arnauld, acusado de herejía por la Sorbona. Así lo hizo Pascal con una serie de panfletos, entre los que destacan las Cartas provinciales. En ellas atacó con gran ingenio a la Sorbona y a los jesuitas. En sus Escritos sobre la gracia defiende que la gracia es necesaria para obrar bien, no basta la libertad; eso estaba más cerca de Lutero que del Concilio de Trento. Pero su intuición es brillante: si añadir puntos a una línea jamás dará un plano, y sumar planos al plano no hace volumen, así lo natural está infinitamente por debajo de lo sobrenatural.
Desde su primera juventud frecuentó el trato de matemáticos e intelectuales y se encontró en dos ocasiones con Descartes. Pascal no es cartesiano. En el ensayo Del esprit géométrique hace ver que la matemática es sólo “una parte” de la razón. El espíritu de geometría, exacto y riguroso, demostrará un teorema, pero no la existencia del mundo donde se cumple, con colores y cualidades. La mente es también finura. Descartes limitó la razón a cálculo, Pascal reivindica la observación. Descartes hizo de la duda y la desconfianza su método; Pascal restablece la importancia de los pequeños: vemos un poquito más allá, a espaldas de los que nos precedieron.
Proyectó una apología del cristianismo, dirigida a persuadir a los libertinos con quienes se identificó durante un tiempo, pero murió dejando multitud de fragmentos que, reunidos bajo el título de Pensamientos, se publicaron póstumamente y constituyen una de las cimas de la literatura francesa y del pensamiento moderno. Hay allí un pensador inclinado a admirar, no a dominar.Pascal restituye el sentido del misterio que con Descartes se había desdibujado: "El hombre es una caña frágil, pero es una caña que piensa", "tiene el corazón razones que la razón ignora", "¿es acaso por razón por lo que te amas?", "Hay dos excesos: excluir la razón y no admitir más que la razón", "de buena gana me dejo persuadir por testigos que se dejan matar", "se hace un ídolo de la verdad misma, pues la verdad fuera del amor no es Dios; es su imagen, un ídolo que no se debe amar ni adorar". "No es justo que alguien se adhiera a mí, aunque lo haga gustosa y voluntariamente. Engañaría a aquellos en quienes yo despertara ese deseo, pues no soy el fin de nadie y no tengo con qué satisfacerles. ¿Es que no puedo morir en cualquier momento? Y de este modo, por tanto, morirá también el objeto de su adhesión".