Oman, John Wood
Teólogo presbiteriano británico, nació en Stenness (Islas Orkney). Estudió en las Universidades de Edimburgo (Escocia), Heidelberg (Alemania), Neuchâtel (Suiza).
Pasó la mayor parte de su vida activa en la Iglesia Presbiteriana de Inglaterra, primero en un largo pastorado en Northumberland (1889-1907) y después como profesor de teología sistemática y de apologética en el Colegio Westminster de Cambridge (1907-1935).
Oman fue influido grandemente por el pensamiento liberal alemán. Muy preocupado por la crisis que para el cristianismo produjo la Ilustración, tomó interés en Schleiermacher, cuyo pensamiento refleja especialmente en sus obras Gracia y personalidad (1918) y Lo natural y lo sobrenatural (1931).
Su pensamiento puede resumirse del modo siguiente: Cada ser humano tiene capacidad para discernir santamente lo sobrenatural, aun prescindiendo de los credos y de la autoridad externa de la iglesia, si lo procura con sinceridad y reverencia. Cada ser humano es totalmente libre para interpretar el sentido divino de las experiencias de su propia vida. Cada ser humano puede encontrar su liberación del dominio de su ambiente en la medida en que entiende y acepta el dominio del reino de Dios.
Pasó la mayor parte de su vida activa en la Iglesia Presbiteriana de Inglaterra, primero en un largo pastorado en Northumberland (1889-1907) y después como profesor de teología sistemática y de apologética en el Colegio Westminster de Cambridge (1907-1935).
Oman fue influido grandemente por el pensamiento liberal alemán. Muy preocupado por la crisis que para el cristianismo produjo la Ilustración, tomó interés en Schleiermacher, cuyo pensamiento refleja especialmente en sus obras Gracia y personalidad (1918) y Lo natural y lo sobrenatural (1931).
Su pensamiento puede resumirse del modo siguiente: Cada ser humano tiene capacidad para discernir santamente lo sobrenatural, aun prescindiendo de los credos y de la autoridad externa de la iglesia, si lo procura con sinceridad y reverencia. Cada ser humano es totalmente libre para interpretar el sentido divino de las experiencias de su propia vida. Cada ser humano puede encontrar su liberación del dominio de su ambiente en la medida en que entiende y acepta el dominio del reino de Dios.