Nuñez Castañeda, Emilio Antonio
Nacido el 31 de mayo de 1923 en Santa Ana (El Salvador), en el seno de una sencilla familia católica. Educado en el catecismo y los rudimentos de la “Historia Sagrada”, se alejó del sistema eclesiástico católico, aunque siempre tuvo conciencia de sus pecados. En mayo de 1941, a punto de cumplir 18 años, fue convertido al Evangelio gracias al testimonio de la maestra de la Escuela Dominical (hoy su esposa) y los sermones de Tomás Dixon, pastor de la Primera Iglesia Bautista de su ciudad natal.
Estudió en el Instituto Bíblico Centroamericano (1944-47). Durante varios años trabajó en los programas de la radio evangélica (1945-55). Emigrado a Estados Unidos se licenció en filosofía e historia por la Universidad Metodista Sureña de Dallas (Texas). Doctorado en teología por Seminario Teológico de Dallas, para lo cual tuvo que permanecer siete años, mientras ministraba entre la población hispana de la ciudad.
En Guatemala fundó el Seminario Teológico Centroamericano. También es miembro fundador del comité ejecutivo de la Fraternidad Teológica Latinoamericana, miembro de la comisión teológica de la Confraternidad Evangélica Mundial y del Comité de Continuidad de Lausana, donde fue uno de los ponentes. Vicepresidente de las Sociedades Bíblicas Unidas de su país.
Profesor de teología sistemática y contemporánea del Seminario Teológico Centroamericano.. Durante cuarenta años estuvo dedicado a la predicación de la Palabra de Dios, donde destacó como predicador expositivo. Combinó un sano pietismo bíblico con el corazón de un pastor dedicado al estudio riguroso y científico de las Escrituras, desde una perspectiva evangélica.
Dedicó gran parte de su tiempo a la reflexión teológica, a la que consideraba de primera necesidad entre los cristianos evangélicos: “Es preciso que se reconozca –decía– la reflexión teológica, sin tener que justificarla con el activismo, pues si la mayor parte de nuestra tiempo se dedica al movimiento, entonces no queda ya espacio para la reflexión” (Apuntes Pastorales, enero 1990, p. 38).
En cuanto a la praxis cristiana consideraba que “La Iglesia es el agente del reino presente de Dios y la abanderada del reino que está por venir. Todo esto nos impone una seria responsabilidad ética ante Dios y ante la sociedad consistente en responder bíblicamente a los interrogantes y necesidades del pueblo latinoamericano".
Sus estudios sobre la teología de la liberación son de lo más documentados y honesto que se ha escrito desde el punto de vista evangélico latinoamericano. “Nuñez demostró con su ejemplo que a la ortodoxia no se acredita con las generalizaciones irresponsables,ni con los juicios superficiales, sino con una labor teológica que busca la fidelidad a la Palabra de Dios y el compromiso con el prójimo en cada situación concreta”.
El miércoles 14 de enero de 2015 partió con el Señor.
Estudió en el Instituto Bíblico Centroamericano (1944-47). Durante varios años trabajó en los programas de la radio evangélica (1945-55). Emigrado a Estados Unidos se licenció en filosofía e historia por la Universidad Metodista Sureña de Dallas (Texas). Doctorado en teología por Seminario Teológico de Dallas, para lo cual tuvo que permanecer siete años, mientras ministraba entre la población hispana de la ciudad.
En Guatemala fundó el Seminario Teológico Centroamericano. También es miembro fundador del comité ejecutivo de la Fraternidad Teológica Latinoamericana, miembro de la comisión teológica de la Confraternidad Evangélica Mundial y del Comité de Continuidad de Lausana, donde fue uno de los ponentes. Vicepresidente de las Sociedades Bíblicas Unidas de su país.
Profesor de teología sistemática y contemporánea del Seminario Teológico Centroamericano.. Durante cuarenta años estuvo dedicado a la predicación de la Palabra de Dios, donde destacó como predicador expositivo. Combinó un sano pietismo bíblico con el corazón de un pastor dedicado al estudio riguroso y científico de las Escrituras, desde una perspectiva evangélica.
Dedicó gran parte de su tiempo a la reflexión teológica, a la que consideraba de primera necesidad entre los cristianos evangélicos: “Es preciso que se reconozca –decía– la reflexión teológica, sin tener que justificarla con el activismo, pues si la mayor parte de nuestra tiempo se dedica al movimiento, entonces no queda ya espacio para la reflexión” (Apuntes Pastorales, enero 1990, p. 38).
En cuanto a la praxis cristiana consideraba que “La Iglesia es el agente del reino presente de Dios y la abanderada del reino que está por venir. Todo esto nos impone una seria responsabilidad ética ante Dios y ante la sociedad consistente en responder bíblicamente a los interrogantes y necesidades del pueblo latinoamericano".
Sus estudios sobre la teología de la liberación son de lo más documentados y honesto que se ha escrito desde el punto de vista evangélico latinoamericano. “Nuñez demostró con su ejemplo que a la ortodoxia no se acredita con las generalizaciones irresponsables,ni con los juicios superficiales, sino con una labor teológica que busca la fidelidad a la Palabra de Dios y el compromiso con el prójimo en cada situación concreta”.
El miércoles 14 de enero de 2015 partió con el Señor.