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Mullins, Edgar Young

Mullins, Edgar Young
En 1885 fue ordenado pastor de la Iglesia Bautista de Harrodsburg (Kentucky). Allí contrajo matrimonio con Isla May Hawley (1886). Otros pastorados estuvieron divididos entre Baltimore y Massachusetts, hasta que en 1899 fue designado Presidente y profesor de teología del Seminario Teológica Bautista del Sur. Su enseñanza introdujo un nuevo nivel, más completo y variado, entre los pastores bautistas.

N. en el condado de Franklin (Mississippi, EE.UU.). Trasladada su familia a Texas cuando contaba 8 años, realizó allí sus estudios generales. Su padre, maestro y predicador, le animaba a procurarse una buena educación. Durante un tiempo trabajó como ayudante de telégrafos para costear sus estudios de derecho. Durante una reunión de avivamiento dirigida por el evangelista y abogado William Evander Penn, M. fue convertido. El 7 de noviembre de 1880 su padre lo bautizaba por inmersión. Con la intención de ser un predicador ingresó en el Southern Baptist Theological Seminary de Louisville (Kentucky), para adquirir formación teológica. Su intención era ir de misionero a Brasil, lo cual le fue desaconsejado por el médico dada su mala salud, que le acompañó toda su vida.

Presidente de la Convención Bautista del Sur de 1921 a 1924; y de la Alianza Bautista Mundial de 1923 a 1928. Durante el grave debate originado sobre el tema de la evolución orgánica y la controversia fundamentalista, que amenazaba dividir la denominación, M. llevó a la convención a rechazar la teoría evolucionista de Darwin y afirmar el carácter sobrenatural de la revelación cristiana.

Nunca se dejó atrapar por un concepto intelectualista, rígido, dogmátido, del hacer teológico, sino que eleva al campo de la teología el mundo de la experiencia cristiana, para arrivar a un entendimiento de la fe que es a la vez ortodoxo y dinámico, en lo mejor de la línea de la gran tradición agustiniana. “El hombre no es razón abstracta, ni es voluntad abstracta, ni es sentimiento abstracto. Es todo esto en combinación”. Correctamente supo ver que “el más alto requisito o cualidad apra el estudio de la teología es la actitud religiosa”, el sujeto adecuandose al objeto. La teología, para él, era una manera de acercarse a Dios y dejarse interpretar e interpelar por Él.

En las doctrinas de la gracia, o soteriología, M. marca un giro hacia una interpretación más general del calvinismo, hasta entonces dominante, en dirección arminiana. Dios —escribe— está limitado por la libertad humana y por el pecado. Dios se ha impuesto limitaciones en virtud de los fines morales de su reino. La gracia no es “irresistible” como si fuera una fuerza física, es un poder espiritual, moral.

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