Melanchthon, Philipp
Teólogo protestante de tiempos de la Reforma nació en Bretten (Alemania), a los 16 años de edad obtuvo su maestría en artes por la universidad de Tubinga, mostrando una inteligencia prodigiosa. Como buen experto en griego y como humanista bien impuesto en los estudios bíblicos, pronto entró en el círculo de Erasmo, quien le admiraba. En 1518 fue a Wittenberg como profesor de griego y, ya en su primera conferencia pública, se ganó la admiración de Lutero, con quien vino a unirle una gran amistad que duró toda la vida.
En Wittenberg absorbió pronto la teología de la Reforma, uniendo así su formación humanista y su gran talento con la fe bíblica correcta. En 1521 escribió su Loci Communes, la primera sistematización de las ideas luteranas en un libro que pronto llegó a ser el Manual de texto de teología dogmática de estilo luterano y que le fue de gran utilidad a Melanchton en sus contactos con otros protestantes de varias denominaciones y con los católicos. En cambio, le faltaba sentido práctico y manifestó ciertas debilidades en situaciones de conflicto. Sin embargo, apoyado por Lutero, ejerció gran influencia en el Coloquio de Marburgo (1529), donde se opuso a Zuinglio en el tema de la presencia de Cristo en la Cena del Señor, y redactó la Confesión de Augsburgo (1530) entre otros documentos que fueron muy importantes para la causa de la Reforma.
En Regensburgo (1541), Melanchton mostró su capacidad de diálogo, junto con Bucer, frente a los representantes católicos Juan Eck y Gaspar Contarini, con quienes llegaron a un acuerdo en cuanto a la justificación, acuerdo que se frustró por la dureza de posiciones de los sectores respectivos a quienes ni unos ni otros llegaron a persuadir. En su afán ecuménico, Melanchton llegó a firmar los artículos de Schmalkalda (1537), y admitió que si el Papa permitiera la predicación del verdadero evangelio, le concedería su superioridad sobre los demás obispos. También sostenía que muchas creencias y ritos del catolicismo eran adiáphora = sin importancia y, por tanto, era tan legítimo admitirlos como rechazarlos. Con la derrota de las fuerzas protestantes en Mühlberg (1547), Melanchton propuso el Interin de Leipzig (1548), transigiendo con los católicos en un intento de salvar lo que se pudiera de las ideas luteranas en un contexto ideológico no luterano.
Sin embargo, fue un pensador independiente. Su doctrina sobre de la Cena del Señor, se acercaba a la posición de Calvino; en cuanto al libre albedrío, se acercaba a Erasmo, y en cuanto a la justificación sostenía un punto de vista más forense todavía que el de Lutero. Pero su sinergismo arminiano (sostenía que el hombre podía rechazar la gracia de Dios lo mismo que recibirla) le valió los ataques de los fieles a las enseñanzas luteranas. Esto y su transigencia con las enseñanzas de la Iglesia de Roma socavaron su autoridad como líder de la Reforma y le tuvieron involucrado en constantes conflictos dentro del luteranismo, sobre todo después de la muerte de Lutero, su principal valedor.
En Wittenberg absorbió pronto la teología de la Reforma, uniendo así su formación humanista y su gran talento con la fe bíblica correcta. En 1521 escribió su Loci Communes, la primera sistematización de las ideas luteranas en un libro que pronto llegó a ser el Manual de texto de teología dogmática de estilo luterano y que le fue de gran utilidad a Melanchton en sus contactos con otros protestantes de varias denominaciones y con los católicos. En cambio, le faltaba sentido práctico y manifestó ciertas debilidades en situaciones de conflicto. Sin embargo, apoyado por Lutero, ejerció gran influencia en el Coloquio de Marburgo (1529), donde se opuso a Zuinglio en el tema de la presencia de Cristo en la Cena del Señor, y redactó la Confesión de Augsburgo (1530) entre otros documentos que fueron muy importantes para la causa de la Reforma.
En Regensburgo (1541), Melanchton mostró su capacidad de diálogo, junto con Bucer, frente a los representantes católicos Juan Eck y Gaspar Contarini, con quienes llegaron a un acuerdo en cuanto a la justificación, acuerdo que se frustró por la dureza de posiciones de los sectores respectivos a quienes ni unos ni otros llegaron a persuadir. En su afán ecuménico, Melanchton llegó a firmar los artículos de Schmalkalda (1537), y admitió que si el Papa permitiera la predicación del verdadero evangelio, le concedería su superioridad sobre los demás obispos. También sostenía que muchas creencias y ritos del catolicismo eran adiáphora = sin importancia y, por tanto, era tan legítimo admitirlos como rechazarlos. Con la derrota de las fuerzas protestantes en Mühlberg (1547), Melanchton propuso el Interin de Leipzig (1548), transigiendo con los católicos en un intento de salvar lo que se pudiera de las ideas luteranas en un contexto ideológico no luterano.
Sin embargo, fue un pensador independiente. Su doctrina sobre de la Cena del Señor, se acercaba a la posición de Calvino; en cuanto al libre albedrío, se acercaba a Erasmo, y en cuanto a la justificación sostenía un punto de vista más forense todavía que el de Lutero. Pero su sinergismo arminiano (sostenía que el hombre podía rechazar la gracia de Dios lo mismo que recibirla) le valió los ataques de los fieles a las enseñanzas luteranas. Esto y su transigencia con las enseñanzas de la Iglesia de Roma socavaron su autoridad como líder de la Reforma y le tuvieron involucrado en constantes conflictos dentro del luteranismo, sobre todo después de la muerte de Lutero, su principal valedor.