Juan De Avila
Teólogo y místico español, nacido en Almodovar del Campo (C. Real, España), en el seno de una familia de “cristianos nuevos” de ascendencia judía. Estudió derecho en Salamanca, carrera que abandona para dedicarse a la filosofía y a teología en la Universidad de Alcalá.
Ordenado sacerdote en 1526, repartió su fortuna familiar entre los pobres. Decidió marchar a México a la diócesis de Tlaxcala. Sin embargo, poco antes de embarcar para el Nuevo Mundo, el obispo de Sevilla le convenció para que permaneciera en España e impulsara las misiones populares en Andalucía. A ello dedicó desde entonces su vida y es conocido como “el apóstol de Andalucía”. Fundó colegios para la formación de clérigos y de seglares de distintas categorías, así como para niños pobres. Ayudó a fundar la universidad de Córdoba.Aconsejó a san Ignacio de Loyola, a san Pedro de Alcántara, a san Francisco de Borja y a santa Teresa de Jesús entre otros.
Denunciado a la Inquisición en 1531, sale absuelto en 1533. Algunos de sus discípulos cayeron en el iluminismo o corriente mística que busca la inspiración directa de Dios sin la mediación de la Iglesia. Murió en la ciudad cordobesa de Montilla. Dejó numerosos escritos espirituales y comentarios a la Sagrada Escritura. Fue beatificado por León XIII y canonizado en 1970 por Pablo VI.
Ordenado sacerdote en 1526, repartió su fortuna familiar entre los pobres. Decidió marchar a México a la diócesis de Tlaxcala. Sin embargo, poco antes de embarcar para el Nuevo Mundo, el obispo de Sevilla le convenció para que permaneciera en España e impulsara las misiones populares en Andalucía. A ello dedicó desde entonces su vida y es conocido como “el apóstol de Andalucía”. Fundó colegios para la formación de clérigos y de seglares de distintas categorías, así como para niños pobres. Ayudó a fundar la universidad de Córdoba.Aconsejó a san Ignacio de Loyola, a san Pedro de Alcántara, a san Francisco de Borja y a santa Teresa de Jesús entre otros.
Denunciado a la Inquisición en 1531, sale absuelto en 1533. Algunos de sus discípulos cayeron en el iluminismo o corriente mística que busca la inspiración directa de Dios sin la mediación de la Iglesia. Murió en la ciudad cordobesa de Montilla. Dejó numerosos escritos espirituales y comentarios a la Sagrada Escritura. Fue beatificado por León XIII y canonizado en 1970 por Pablo VI.