Huss, Juan
Teólogo y reformador checo, nació en Husinec, al sur de Bohemia (hoy República Checa) alrededor de 1372. Estudió en la universidad de Praga y se licenció en ciencia y humanidades en 1396. Dos años después fue profesor de teología la facultad de artes. En 1401 fue ordenado sacerdote.
En 1402 fue nombrado rector y predicador oficial de la capilla de Belén de Praga. Entonces comenzó a madurar su posición religiosa y eclesial bajo la influencia del teólogo checo Mateo de Janov y, sobre todo, de las ideas de Juan Wycliff. En la línea del movimiento reformista iniciado por Jan Milic, conocido predicador bohemio cuyas ideas estaban muy extendidas en la universidad y en la Capilla de Belén, Hus amenazaba con su talante evangélico tanto el predominio del catolicismo como el poder que el imperio germánico ejercía todavía en Bohemia. En 1408 predicó un sermón contra el arzobispo, que le prohibió ejercer sus funciones sacerdotales. Alejandro V, uno de los tres papas rivales que entonces luchaban por la jefatura de la Iglesia, promulgó una bula en la que condenaba las enseñanzas de Wycliffe y ordenaba que sus libros fueran quemados. Hus, que había enseñado sus doctrinas, sin renegar de ellas, fue excomulgado en 1410. Siguió atacando la práctica de las indulgencias y la política papal. Para entonces había conseguido un gran apoyo popular, por lo que estallaron disturbios en Praga. Respaldado por los manifestantes populares continuó predicando, incluso después de que la ciudad quedara bajo interdicto religioso en 1412.
Un año después muchos de sus seguidores influyentes fueron apartados del poder y él tuvo que huir de Praga, buscando refugio en los castillos de varios nobles amigos. Durante ese tiempo escribió su principal obra, De Ecclesia (1413).
En 1414 fue convocado para participar en el Concilio de Constanza, reunido para resolver el cisma de la Iglesia y acabar con las herejías. Recibió un salvoconducto del emperador Segismundo y Hus creyó que podría defender sus opiniones con plena libertad, pero al llegar fue arrestado y juzgado por herejía, a consecuencia de su libro sobre la Iglesia. Las acusaciones formuladas en su contra se basaron en una exposición falsa de la doctrina que había predicado, y cuando fue conminado a retractarse y a dejar de predicar, se negó de forma categórica, por lo que fue declarado culpable y quemado en la pira el 6 de julio de 1415. Su ejecución provocó el estallido de las Guerras Husitas en Bohemia.
Los seguidores de Hus y de su amigo, también mártir, Jerónimo de Praga, llegaron a ser conocidos como los Hermanos Checos y más tarde como los Moravos, que ejercieron una considerable influencia en el movimiento luterano.
Aparte de los ataques a muchas prácticas inmorales del clero romano, la teología de Hus fue una mezcla de enseñanzas evangélicas y católicas. Por una parte, sostuvo la responsabilidad del individuo ante Dios, por ser Cristo cabeza de la Iglesia, no el papa. Por eso, sólo Cristo puede perdonar los pecados. Decía que la iglesia verdadera es más amplia que la comunión de la Iglesia romana, pues incluye a todos los que, como Pedro, confiesan que Cristo es el Hijo del Dios viviente. Esta fe es la roca sobre la cual está establecida la Iglesia verdadera. Sin embargo, todavía retuvo la enseñanza católica acerca del purgatorio. También sostuvo que los fieles corrientes, no sólo los clérigos, podían participar del pan y de la copa en la Cena del Señor y parece ser que negó la transustanciación, sosteniendo una presencia que el llamó "sacramental", quizás una especie de companación semejante a la sostenida por Lutero. Puso de relieve la importancia de la predicación de la Palabra de Dios y supervisó una versión de la Biblia en checo para ayudar a los fieles a entender las Escrituras.
Tanto en su afán de verdadera espiritualidad como en su defensa del sacerdocio común de todos los fieles y del canto congregacional, Hus fue un precursor de la Reforma y tuvo gran influencia en muchos teólogos checos a lo largo de los siglos posteriores. En el C. Vaticano II, los obispos checos abogaron por la rehabilitación de Juan Hus sin conseguirlo.
En 1402 fue nombrado rector y predicador oficial de la capilla de Belén de Praga. Entonces comenzó a madurar su posición religiosa y eclesial bajo la influencia del teólogo checo Mateo de Janov y, sobre todo, de las ideas de Juan Wycliff. En la línea del movimiento reformista iniciado por Jan Milic, conocido predicador bohemio cuyas ideas estaban muy extendidas en la universidad y en la Capilla de Belén, Hus amenazaba con su talante evangélico tanto el predominio del catolicismo como el poder que el imperio germánico ejercía todavía en Bohemia. En 1408 predicó un sermón contra el arzobispo, que le prohibió ejercer sus funciones sacerdotales. Alejandro V, uno de los tres papas rivales que entonces luchaban por la jefatura de la Iglesia, promulgó una bula en la que condenaba las enseñanzas de Wycliffe y ordenaba que sus libros fueran quemados. Hus, que había enseñado sus doctrinas, sin renegar de ellas, fue excomulgado en 1410. Siguió atacando la práctica de las indulgencias y la política papal. Para entonces había conseguido un gran apoyo popular, por lo que estallaron disturbios en Praga. Respaldado por los manifestantes populares continuó predicando, incluso después de que la ciudad quedara bajo interdicto religioso en 1412.
Un año después muchos de sus seguidores influyentes fueron apartados del poder y él tuvo que huir de Praga, buscando refugio en los castillos de varios nobles amigos. Durante ese tiempo escribió su principal obra, De Ecclesia (1413).
En 1414 fue convocado para participar en el Concilio de Constanza, reunido para resolver el cisma de la Iglesia y acabar con las herejías. Recibió un salvoconducto del emperador Segismundo y Hus creyó que podría defender sus opiniones con plena libertad, pero al llegar fue arrestado y juzgado por herejía, a consecuencia de su libro sobre la Iglesia. Las acusaciones formuladas en su contra se basaron en una exposición falsa de la doctrina que había predicado, y cuando fue conminado a retractarse y a dejar de predicar, se negó de forma categórica, por lo que fue declarado culpable y quemado en la pira el 6 de julio de 1415. Su ejecución provocó el estallido de las Guerras Husitas en Bohemia.
Los seguidores de Hus y de su amigo, también mártir, Jerónimo de Praga, llegaron a ser conocidos como los Hermanos Checos y más tarde como los Moravos, que ejercieron una considerable influencia en el movimiento luterano.
Aparte de los ataques a muchas prácticas inmorales del clero romano, la teología de Hus fue una mezcla de enseñanzas evangélicas y católicas. Por una parte, sostuvo la responsabilidad del individuo ante Dios, por ser Cristo cabeza de la Iglesia, no el papa. Por eso, sólo Cristo puede perdonar los pecados. Decía que la iglesia verdadera es más amplia que la comunión de la Iglesia romana, pues incluye a todos los que, como Pedro, confiesan que Cristo es el Hijo del Dios viviente. Esta fe es la roca sobre la cual está establecida la Iglesia verdadera. Sin embargo, todavía retuvo la enseñanza católica acerca del purgatorio. También sostuvo que los fieles corrientes, no sólo los clérigos, podían participar del pan y de la copa en la Cena del Señor y parece ser que negó la transustanciación, sosteniendo una presencia que el llamó "sacramental", quizás una especie de companación semejante a la sostenida por Lutero. Puso de relieve la importancia de la predicación de la Palabra de Dios y supervisó una versión de la Biblia en checo para ayudar a los fieles a entender las Escrituras.
Tanto en su afán de verdadera espiritualidad como en su defensa del sacerdocio común de todos los fieles y del canto congregacional, Hus fue un precursor de la Reforma y tuvo gran influencia en muchos teólogos checos a lo largo de los siglos posteriores. En el C. Vaticano II, los obispos checos abogaron por la rehabilitación de Juan Hus sin conseguirlo.