Elul, Jacques
Nacido en Bordeaux (Francia). Su madre era una firme creyente protestante, su padre, sin embargo, un escéptico volteriano. Lass primeras lecturas que más le impresionaron fueron los escritos de Karl Marx, especialmente El capital, aunque nunca entró en el Partido Comunista.
“Sobre los 22 años de edad —escribe— estaba también leyendo la Biblia, y ocurrió que fui convertido con una cierta «brutalidad»”. Desde entonces su preocupación fue cómo compaginar su nueva fe cristiana con sus viejas ideas marxistas. Ante la imposiblidad de unir ambas doctrinas eligió le fe en Cristo, sabiendo que no puede darse verdadero cristianismo sin consecuencias sociales y políticas.
Es Doctor en Historia, Sociología y Derecho. Durante la 2ª Guerra Mundial fue un dirigente de la resistencia francesa. Ha sido profesor de historia y sociología en la facultad de derecho y estudios económicos de la Universidad de Bordeaux y en el Instituto de Estudios Políticos (1947-80).
Estudió teología en la Facultad Protestante de Estrasburgo, compañero y amigo de Bernard Charbonneau y Jean Bosc, con quien fundó la Asociación de Profesionales Protestantes (1947). Es miembro de la Iglesia Reformada de Francia, en cuyo Concilio Nacional ha participado activamente. Aunque ha leído bastante a Calvino (v.), fue Sören Kierkegaard quien conquistó su corazón.
En sus escritos teológicos enfatiza las bases razonables de la fe, aunque en última instancia creer es una decisión confiada. Asimismo llama la atención a la oración como el centro de la experiencia cristiana, que el mundo contemporáneo no puede entender, pues teme a Dios. Hace falta valor para entrar en combate con Dios en oración.
Al mismo tiempo, el cristiano está al lado de los pobres, lo que, según Thomas Hanks (v.), le coloca a la cabeza de los precursores de la Teología de la Liberación. Por cuanto Cristo es tanto Señor como Salvador, sin que sea posible separar ambas esferas de su dominio sobre los creyentes, es importante que el amor no se reduzca a a vida interior sino penetre también el campo de la ética social.
Fiolósofos de la ciencia como Aldoux Huxley quedaron muy impresionados con el pensamiento sociológico de Ellul. Otros, como el ex-marxista Roger Garaudy, también aprecian grandemente su fe.
Ellul “propone una ética cristiana radical, bíblica, de libertad, santidad y amor contra la tiranía de las autoridades y principados que habitan en las instituciones y colectivos del mundo” (David W. Gill); los cuales interponen por sistema entre Dios y el individuo humano.
Autor prolífico ha publicado gran número de libros, cerca de 50. Un punto importante en que se aparta del credo evangélico es tocante al destino final de los seres humanos, los cuales serán juzgados, conforme a sus obras, pero ninguna condenado en persona. “El juicio —escribe— hace una separación. Dios guarda todo lo que ha sido bien hecho y rechaza todo lo que en nosotros ha sido malo.”
“Sobre los 22 años de edad —escribe— estaba también leyendo la Biblia, y ocurrió que fui convertido con una cierta «brutalidad»”. Desde entonces su preocupación fue cómo compaginar su nueva fe cristiana con sus viejas ideas marxistas. Ante la imposiblidad de unir ambas doctrinas eligió le fe en Cristo, sabiendo que no puede darse verdadero cristianismo sin consecuencias sociales y políticas.
Es Doctor en Historia, Sociología y Derecho. Durante la 2ª Guerra Mundial fue un dirigente de la resistencia francesa. Ha sido profesor de historia y sociología en la facultad de derecho y estudios económicos de la Universidad de Bordeaux y en el Instituto de Estudios Políticos (1947-80).
Estudió teología en la Facultad Protestante de Estrasburgo, compañero y amigo de Bernard Charbonneau y Jean Bosc, con quien fundó la Asociación de Profesionales Protestantes (1947). Es miembro de la Iglesia Reformada de Francia, en cuyo Concilio Nacional ha participado activamente. Aunque ha leído bastante a Calvino (v.), fue Sören Kierkegaard quien conquistó su corazón.
En sus escritos teológicos enfatiza las bases razonables de la fe, aunque en última instancia creer es una decisión confiada. Asimismo llama la atención a la oración como el centro de la experiencia cristiana, que el mundo contemporáneo no puede entender, pues teme a Dios. Hace falta valor para entrar en combate con Dios en oración.
Al mismo tiempo, el cristiano está al lado de los pobres, lo que, según Thomas Hanks (v.), le coloca a la cabeza de los precursores de la Teología de la Liberación. Por cuanto Cristo es tanto Señor como Salvador, sin que sea posible separar ambas esferas de su dominio sobre los creyentes, es importante que el amor no se reduzca a a vida interior sino penetre también el campo de la ética social.
Fiolósofos de la ciencia como Aldoux Huxley quedaron muy impresionados con el pensamiento sociológico de Ellul. Otros, como el ex-marxista Roger Garaudy, también aprecian grandemente su fe.
Ellul “propone una ética cristiana radical, bíblica, de libertad, santidad y amor contra la tiranía de las autoridades y principados que habitan en las instituciones y colectivos del mundo” (David W. Gill); los cuales interponen por sistema entre Dios y el individuo humano.
Autor prolífico ha publicado gran número de libros, cerca de 50. Un punto importante en que se aparta del credo evangélico es tocante al destino final de los seres humanos, los cuales serán juzgados, conforme a sus obras, pero ninguna condenado en persona. “El juicio —escribe— hace una separación. Dios guarda todo lo que ha sido bien hecho y rechaza todo lo que en nosotros ha sido malo.”