Conn, Harvie Maitland
Nació en Regina (Canadá) el 7 de abril de 1933. Estudió en el Calvin College de Grand Rapids (Mi. EE.UU. A.B. 1954), en el Westminster Theological Seminary (B.D. 1957, Th.M. 1958). En 1976 el Geneva College le confirió un doctorado honoris causa.
Miembro de la Iglesia Presbiteriana Ortodoxa, ha servido como misionero en Stratford (Nueva Jersey, EE.UU. 1957-60) y en Seul (Corea 1960-72), donde entró en contacto con los grupos marginales, tratando de hacer justicia al tiempo que predicando la gracia de Dios. Su libro Evangelism -Doing Justice and Preaching Grace, es un fuerte alegado en favor del evangelismo urbano.
Fue profesor en el Presbyterian General Assembly Theological Seminary de Seul (Corea, 1962-72); profesor asociado de misiología y apologética en el Westminster Theological Seminary (1972-81), y profesor de misiones en el mismo seminario (1981-). Fue el conferenciante invitado de la Asamblea General de la Iglesia Presbiteruana de Irlanda del Norte (Coleraine 1990).
Su verdadera pasión es llegar con el evangelio a los miembros más necesitados de las grandes ciudades, por lo que, considera que lo más importante es “ir a las calles y no jugar con Dios en el estudio”.
Miembro de la Iglesia Presbiteriana Ortodoxa, ha servido como misionero en Stratford (Nueva Jersey, EE.UU. 1957-60) y en Seul (Corea 1960-72), donde entró en contacto con los grupos marginales, tratando de hacer justicia al tiempo que predicando la gracia de Dios. Su libro Evangelism -Doing Justice and Preaching Grace, es un fuerte alegado en favor del evangelismo urbano.
Fue profesor en el Presbyterian General Assembly Theological Seminary de Seul (Corea, 1962-72); profesor asociado de misiología y apologética en el Westminster Theological Seminary (1972-81), y profesor de misiones en el mismo seminario (1981-). Fue el conferenciante invitado de la Asamblea General de la Iglesia Presbiteruana de Irlanda del Norte (Coleraine 1990).
Su verdadera pasión es llegar con el evangelio a los miembros más necesitados de las grandes ciudades, por lo que, considera que lo más importante es “ir a las calles y no jugar con Dios en el estudio”.