Berkhof, Hendrikus
Teólogo reformado holandés. Estudió en las universidades de Amsterdam, Leiden y Berlín (Alemania). Durante cinco años fue pastor de la Iglesia Reformada Holandesa (Hervormde Kerk). Enseñó historia de la Iglesia y fue director del seminario teológico de la Iglesia Reformada en Driebergen. En 1960 fue nombrado profesor de teología bíblica y dogmática en la Universidad de Leiden, cargo que ha ocupado hasta su jubilación en 1981.
Ecumenista convencido ha colaborado en el comité central del Concilio Mundial de Iglesias (1954-75) y en el Concilio de Iglesias de Holanda (1974-83).
Buen conocedor de la herencia teológica calvinista, está, sin embargo, muy preocupado por las aportaciones, desafíos y planteamientos filosóficos. “Los teólogos necesitan la filosofía como la expresión del entendimiento de la vida que tiene el hombre moderno, para así entran en diálogo con él "Two Hundred Years of Theology". En este sentido, la teología liberal representa para él un esfuerzo más importante que el de la ortodoxia, preocupada como está por la expresión correcta de las riquezas de la Escritura, sin demasiada referencia a la situación actual.
Provocativo y brillante a la vez, es un escritor respetuoso, académico y comprensivo: “Nos servimos unos a otros con nuestros errores y faltas. Desde una perspectiva cristiana y científica, es irrelevante pensar que dentro de la fraternidad teológica uno gana su propia identidad sólo por juzgar tan negativamente como pueda tantos teólogos como le sea posible” (Two Hundred...). Es evidente la influencia de la teología de Barth en su pensamiento, aunque, como es lógico, Berkhof se ha abierto a otras fuentes y reflexionado mucho por su cuenta.
Para Berkhof lo esencial no es la ortodoxia sino la relación entre el Evangelio y la cultura moderna, siempre mantenida en tensión dialéctica.
Ecumenista convencido ha colaborado en el comité central del Concilio Mundial de Iglesias (1954-75) y en el Concilio de Iglesias de Holanda (1974-83).
Buen conocedor de la herencia teológica calvinista, está, sin embargo, muy preocupado por las aportaciones, desafíos y planteamientos filosóficos. “Los teólogos necesitan la filosofía como la expresión del entendimiento de la vida que tiene el hombre moderno, para así entran en diálogo con él "Two Hundred Years of Theology". En este sentido, la teología liberal representa para él un esfuerzo más importante que el de la ortodoxia, preocupada como está por la expresión correcta de las riquezas de la Escritura, sin demasiada referencia a la situación actual.
Provocativo y brillante a la vez, es un escritor respetuoso, académico y comprensivo: “Nos servimos unos a otros con nuestros errores y faltas. Desde una perspectiva cristiana y científica, es irrelevante pensar que dentro de la fraternidad teológica uno gana su propia identidad sólo por juzgar tan negativamente como pueda tantos teólogos como le sea posible” (Two Hundred...). Es evidente la influencia de la teología de Barth en su pensamiento, aunque, como es lógico, Berkhof se ha abierto a otras fuentes y reflexionado mucho por su cuenta.
Para Berkhof lo esencial no es la ortodoxia sino la relación entre el Evangelio y la cultura moderna, siempre mantenida en tensión dialéctica.